El duro golpe de la pandemia a la campaña Cuaresma de Fraternidad

El duro golpe de la pandemia a la campaña Cuaresma de Fraternidad

La campaña Cuaresma de Fraternidad que la Iglesia en Chile realiza cada año, ha sido golpeada con tal fuerza por la pandemia del coronavirus que muchos de los proyectos planificados se reformularon para atender a un grupo de extrema vulnerabilidad: los migrantes.

La Cuaresma de Fraternidad, colecta nacional que se desarrolla desde 1982 y es promovida por el Área de Pastoral Social Cáritas de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), comienza el Miércoles de Ceniza y concluye el Domingo de Ramos.

En respuesta al llamado del Papa Francisco de “promover la cultura del encuentro” a través de la acogida, protección, promoción e integración de los hermanos migrantes, la Cuaresma de Fraternidad destina los recursos desde el 2019 y hasta el 2021 hacia este grupo vulnerable.

Los aportes económicos de las personas permiten dar continuidad a proyectos solidarios y de promoción de la dignidad humana elaborados por grupos y comunidades de las distintas diócesis de Chile.

Uno de esos proyectos que hace concreto el llamado del Papa Francisco en la región de Arica y Parinacota, norte del país, es la Fundación Scalabrini dedicada a la cobertura de las necesidades básicas, la asesoría socio-laboral, la orientación jurídica y la asistencia humanitaria.

La fundación postuló la Casa de Acogida Beato Scalabrini como proyecto para Cuaresma 2020, pero debido a la pandemia del coronavirus que conlleva una mayor exigencia sanitaria, la casa cerró y los recursos fueron destinados a cajas de alimentación.

De esa manera “el trabajo se enfocó en la compra y distribución de 846 cajas mensuales distribuidas en 35 familias. En total, 1155 personas beneficiadas al año”, precisó el P. Lirio Berwanger, director de la Fundación Scalabrini en Arica.

Además, lograron comprar 47 canastas extras que fueron distribuidas en enero y febrero de 2021 entre familias migrantes que ya estaban instaladas en Chile y quedaron sin trabajo.

Este año la Fundación Scalabrini continuará en esa línea de trabajo.

Cuaresma de esperanza en la adversidad

José Tomás Silva, Secretario Ejecutivo de la campaña Cuaresma de Fraternidad manifestó a ACI Prensa que de un total de 39 proyectos que se iban a desarrollar en 2020, solo 28 pudieron ajustarse al contexto sanitario.

“En su diseño e implementación los proyectos incluso tuvieron que reajustar sus presupuestos para que existiera un impacto mayor hacia los migrantes, en cuanto a respuestas humanitarias”, dijo Silva.

“Seguridad alimentaria, entre canastas de alimentos y raciones diarias; protección e higiene personal y para sanitización de las casas y recuperación de los medios de vida, es decir fuentes de ingreso que permitan emprender o volver a ocupar las fuentes laborales”, son los parámetros que redefinieron a los proyectos.

Silva precisó que la Cuaresma de Fraternidad en 2020 alcanzó los 217 millones de pesos chilenos, unos 303 mil dólares.

Una cifra muy inferior a los 885.695.865 pesos chilenos, 1 millón 169 mil dólares aproximadamente, que recaudaron en 2019.

Con esperanza proyectan para este año la ejecución de los 11 proyectos pendientes y otros 10 nuevos. Por ese motivo la contribución que las personas puedan hacer en la campaña 2021 es fundamental.

 

“Esta campaña no se mide solo por lo recaudado, sino que se preocupa también de promover los frutos de esta Cuaresma tras el esfuerzo que realizan todas las familias por vivir de manera más intensa la oración, el ayuno, la abstinencia y la solidaridad”, comentó Silva.

“Centremos la mirada en un grupo prioritario que son las personas migrantes. Ellos que enfrentan con una mayor vulnerabilidad la crisis del coronavirus ven a Chile como un país donde pueden surgir de nuevo sus esperanzas, después de haber recorrido miles de kilómetros”, agregó Silva.

Debido a que las tradicionales alcancías que se distribuían en parroquias, capillas y establecimientos educacionales no están disponibles por las restricciones sanitarias, la Cuaresma de Fraternidad 2021 centró sus esfuerzos en las donaciones online.

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