Argentina: se impone la “línea bergogliana” en el episcopado

Argentina: se impone la “línea bergogliana” en el episcopado

Oscar Ojea es el nuevo presidente de los obispos en el país del Papa. Un hombre moderado, conciliador y cercano, de estrecha relación con Francisco.

Una elección con sorpresa. Cuando buena parte de los observadores daban por hecho que el cardenal arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, sería elegido presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, los obispos se decantaron por Oscar Ojea. Pastor de San Isidro, en los últimos años encabezó la Cáritas en el país. De estrecho vínculo con Francisco, con él se abre paso la “línea bergogliana” en el máximo órgano de representación eclesiástica. 

 

La votación tuvo lugar en el segundo día de la asamblea plenaria número 114 de la CEA. Ante la expectativa Poli decidió “autoexcluirse” de la presidencia, dejando libre el camino a Ojea. El arzobispo de la capital fue elegido primer vicepresidente. Como secretario general repitió Carlos Malfa, obispo de Chascomús. La otra sorpresa fue el segundo vicepresidente. “Un tapado”: Marcelo Colombo, obispo de La Rioja. Todos ellos ejercerán sus cargos en el periodo 2017-2020.  

 

Nacido en Buenos Aires el 15 de octubre de 1946, Oscar Ojea fue ordenado sacerdote el 25 de noviembre de 1972. El 24 de mayo de 2006 el Papa Benedicto XVI lo designó como obispo auxiliar de Jorge Mario Bergoglio. Tocó al entonces cardenal primado, hoy Papa, presidir su consagración episcopal. Él mismo lo designó vicario episcopal para la zona centro de la capital argentina. 

 

En 2009 fue trasladado como obispo coadjutor de San Isidro. Poco a poco fue asumiendo las riendas de la diócesis y el 30 de diciembre de 2011 sucedió al anterior responsable, Jorge Casaretto.  

 

En ese mismo año, sucedió como presidente de la Comisión Episcopal de Cáritas Argentina al obispo de Merlo-Moreno, Fernando Bargalló, caído en desgracia luego que se filtrasen a la prensa fotografías que lo retrataban con una mujer en una playa de México. Desde la Caristas Ojea no dejó de denunciar la pobreza y la miseria. Esto le granjeó el apreció de líderes sociales y sectores sindicales. 

 

En su diócesis debió afrontar varios escándalos de abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes. Optó por la transparencia y la cercanía a las víctimas. En mayo pasado fue una de las voces destacadas que salió a dar explicaciones ante la polémica desatada tras un ejercicio de “reconciliación” impulsado entre los obispos en torno a la última dictadura argentina.  

 

De marcado compromiso social, espíritu conciliador y personalidad amena, su perfil es apreciado en Roma y en Buenos Aires. Meses atrás, una fuente de llegada cotidiana con Francisco rescataba su labor junto con la de un puñado de obispos, en medio de “una conferencia episcopal que no sigue al Papa”.  

 

“Hay algunos obispos que siguen su orientación pastoral pero la conferencia no lo sigue”, constaba entonces. Reprochaba, “como argentino” y “como cristiano”, que algunos obispos no sólo “no quieren a Francisco” sino que “no están con los pobres”, “no son una Iglesia en salida” y “no son una Iglesia misionera”. 

“Los laicos estamos muy tristes y muy preocupados porque los obispos no son pastores con olor a oveja, no están acompañando al pueblo fiel de Dios, son acomodaticios con el poder, buscan su ventaja”, continuaba la opinión, que podría parecer un tanto extrema.  

 

La fuente aclaraba que no todos los pastores tenían esa actitud, y destacaba que “obviamente existen excepciones como “(Víctor Manuel) Fernández y (Oscar) Ojea”. Pero insistía –esta fuente de primer nivel- en que “los referentes” mantenían una actitud desapegada, “más por omisión que por acción”. 

 

Junto a los mencionados cargos de la cúpula, los obispos argentinos eligieron a los responsables de las diversas comisiones internas en la Conferencia Episcopal: Pedro Laxague en Laicos y Familia, Carlos Tissera en Caritas, Enrique Eguía Seguí en Asuntos Económicos, Gabriel Barba en Comunicación Social, Víctor Manuel Fernández en Fe y Cultura, Ramón Dus en Catequésis, César Daniel Fernández en Ministerios, Carlos Aspiroz Costa en Vida Consagrada, Miguel Ángel D'Annibale en Liturgia, Jorge Lugones en Pastoral Social y Eduardo Martín en Educación Católica. 

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