Día del Trabajador: La Iglesia pidió cuidar y generar nuevos empleos

Día del Trabajador: La Iglesia pidió cuidar y generar nuevos empleos

 Los obispos presidieron misas de acción de gracias y bendijeron herramientas en la fiesta de San José Obrero, en las que pidieron empleos dignos y bien remunerados, y rezaron por los desocupados y reclamaron un mayor compromiso en el cuidado y creación de fuentes laborales, además de saludar a los trabajadores en su día y poner a Jesús, María y José como ejemplo de familia de trabajadores.

Los obispos presidieron misas de acción de gracias y bendijeron herramientas en la fiesta de San José Obrero, en las que pidieron empleos dignos y bien remunerados, y rezaron por los desocupados y reclamaron un mayor compromiso en el cuidado y creación de fuentes laborales, además de saludar a los trabajadores en su día. 

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, presidió una misa en la catedral de San Juan, donde recordó que “nuestro querido papa Francisco dijo que ‘la distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral’”. 

“Lamentablemente hoy ni siquiera los trabajadores debidamente registrados tienen un ingreso adecuado y unos cuantos siguen debajo de la línea de pobreza”, advirtió, y agregó: “Es imperioso cuidar los puestos de trabajo y generar otros nuevos. Para lo cual se hace necesario un cambio de mentalidad tendiente a ‘buscar otros modos de entender la economía y el progreso’”. 

“Estamos reunidos en esta Iglesia Catedral de San Juan para dar gracias a Dios por el trabajo, y rezar por todos los que sufren a causa de no tener un empleo digno para ganar el sustento cotidiano”, concluyó. 

Monseñor Sergio Buenanueva, obispo de San Francisco, aseguró que “uno de los desafíos más grandes del mundo y realidad del trabajo aquí en la Argentina es precisamente, recrear la cultura del trabajo. Uno de cuyos primeros elementos es introducir a las nuevas generaciones, que hagan la experiencia, de que el trabajo humaniza, que el trabajo da una satisfacción que no se consigue por otros caminos”. 

“Un trabajo que tiene que hacerse, especialmente los grandes trabajos, los que más humanizan, los de más largo alcance, deben hacerse con humildad, con paciencia, con perseverancia. Todo esto se puede decir con una sola palabra, que es muy hermosa, laboriosidad. Aprender la virtud de la laboriosidad, pero también el trabajo mancomunado”, agregó. 

El prelado dijo que no podía de dejar de pensar en las familias “que ven la realidad del trabajo con una sombra de incertidumbre” y se refirió puntualmente a la “compleja y difícil crisis” en la empresa láctea SanCor, al expresar: “Ojalá que todos los actores pueden sumar su aporte para que esta crisis se solucione de la mejor manera posible realmente lo hagan, pensando en el bien común, pensando en la familia, en los trabajadores. 

El obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones SJ, presidió una misa con motivo del Día del Trabajador en el santuario Santos Latinoamericanos, donde pidió “que podamos tener trabajo y que se puedan abrir fuentes de trabajo, ya que el trabajo es un derecho y un deber, pero fundamentalmente nos dignifica como personas, porque Dios es quien crea la ley del trabajo”. 

“El trabajo que crea Dios es para dignificar a la persona, para poder formar y mantener una familia, y si no hay trabajo o un trabajo digno, empiezan más sufrimientos de lo que el mundo mismo y la naturaleza misma ya tiene”, aseveró, y alertó: "Hoy no vemos una igualdad sino una desigualdad muy grande, que se llama inequidad". 

El prelado lomense instó a pedir “la gracia del trabajo digno, pero fundamentalmente que cada uno, y los dirigentes, nos responsabilicemos de lo que necesitan los demás; cada uno puede aportar algo al Bien Común, que es una tarea de todos; el gobierno es parte del Estado, pero todos somos el Estado. Entonces, rezamos para que se abran fuentes de trabajo, pero que nos impliquemos en trabajar por los demás y, especialmente, por los que menos tienen”. 

El obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, envió un saludo con motivo de la bendición de nuevos espacios del Parque Industrial de esta ciudad bonaerense, en el que pidió a Dios por los trabajadores, sindicalistas y empresarios que participaron del acto promovido por la Pastoral Social diocesana. La carta fue leída por el vicario general, presbítero Gabriel Mestre. 

"Pido por ustedes y sus respectivas familias, a fin de que siempre puedan llevar con dignidad a sus casas el fruto de su trabajo. Hoy golpea a muchos el flagelo de la desocupación. Saben bien que la Iglesia los valora. Extiendo mi oración y bendición a todos los actores del complejo mundo del trabajo, pues entre todos, dejando de lado intereses de parte, debemos tender al buen entendimiento, a la paz social y al bien común", subrayó. 

La Pastoral Social de la diócesis de San Isidro animó en un comunicado a tener la creatividad para que “los trabajos de este tiempo, la creatividad para el trabajo con dignidad; recuerden que el pan sin trabajo es la dádiva, y el trabajo si no me trae el pan, es la injusticia”. 

“Queremos trabajo para que cada persona pueda tener la dignidad de una vida mejor para su familia”, subrayó en un mensaje para esta fecha. 

La Acción Católica Argentina, a través de su Sector Trabajadores, emitió una declaración en la que afirmó que “todos somos responsables en la construcción del bien común y, en particular, en la defensa de los derechos de los trabajadores, especialmente de aquellos que por la falta o la pérdida del empleo o por su precariedad, ven profundizadas sus dificultades como consecuencia del agravamiento de la situación económico social”. 

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