Mendoza: Mons. Colombo alienta a ser "Iglesia de la unidad y de la misión"

Mendoza: Mons. Colombo alienta a ser

El arzobispo presidió la vigilia de Pentecostés en el santuario de Schöenstatt, a la que asistieron asociaciones y movimientos. Los invitó a poner a disposición su experiencia carismática particular.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió la vigilia de Pentecostés en el santuario de Schöenstatt, de la capital provincial, de la que participaron representantes de las asociaciones y movimientos de esta jurisdicción eclesiástica.

Tras citar las enseñanzas del papa Francisco sobre el Espíritu Santo, recordó que el papa León XIV les decía a moderadores y referentes de movimientos y asociaciones que "la vida de la Iglesia tiene dos pilares: la unidad y la misión, las cuales constituyen por su importancia, prioridades del ministerio petrino". 

"A fin de cooperar con su servicio de presidir a la Iglesia en la caridad, el Papa nos invita a colaborar fiel y generosamente con él. Concretamente, siendo fermento de unidad", agregó. 

Monseñor Colombo destacó que en la arquidiócesis movimientos y asociaciones "han ido construyendo puentes, articulando con otras experiencias y dinamismos institucionales y eso me llena de alegría, me entusiasma y esperanza en que haremos crecer en comunión esta familia de los hijos de Dios, esta vid que el Señor plantó en su vergel cuyano". 

"Es imprescindible la participación en los distintos espacios eclesiales que vamos ofreciendo. La Vicaría de Evangelización, el Consejo arquidiocesano de Pastoral, los equipos de animación en los decanatos, el mismo Seplai, pueden constituir así verdaderas cajas de resonancia de una comunión que supera las polarizaciones y fragmentación de la realidad actual", propuso. 

 

 

"Que el obispo conozca los programas anuales de actividades, los desafíos que afronta una institución, asociación o movimiento, permite vivir en espíritu de familia, los dolores y esperanzas de todos, así como animarnos a discernir juntos itinerarios para una más sostenida comunión en el tiempo", planteó.

Poniendo el foco en vida misionera, señaló que el papa León XIV afirmó que "la misión marcó su experiencia pastoral y modeló su vida espiritual" y asegura que "muchos de los miembros de las asociaciones y movimientos han recorrido ese mismo camino".

El arzobispo mendocino advirtió que "sin una perspectiva misionera del propio carisma, sin la vinculación personal y comunitaria con la Iglesia en general, y con tantos otros que no pertenecen a la misma experiencia pero que están disponibles al encuentro fraterno, asociaciones y movimientos pueden llegar a quedar encerrados en una dinámica autorreferencial que empobrece y aísla, que muchas veces termina caricaturizando el ideal y poniéndolo lejos, inalcanzable para la vida de la Iglesia".

"La propuesta misionera del Papa es una verdadera invitación a ponerse a disposición de toda la Iglesia desde la experiencia carismática particular, que nutre a un movimiento o asociación", profundizó.

"Los itinerarios formativos de los movimientos y asociaciones pueden ayudar no sólo a sus miembros sino también a toda la Iglesia. Y enriquecer con nuevos dones tantas experiencias apostólicas, débiles o en extinción", sostuvo y concluyó: "Que el Señor los bendiga y su Madre Santísima del Rosario nos aliente a ser Iglesia de la unidad y de la misión".

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