El Celam comparte con obispos argentinos sus objetivos de la acción pastoral regional

El Celam comparte con obispos argentinos sus objetivos de la acción pastoral regional

Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Celam, transmitió la experiencia del camino sinodal en América Latina y el Caribe y enumeró los pasos siguientes de un proceso que no ha terminado.

El presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM (arzobispo de Trujillo, Perú), visitó este jueves a los obispos que participan de la 120ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en la casa de retiros El Cenáculo, de Pilar, donde compartió los objetivos de la acción pastoral regional.

El arzobispo peruano estuvo acompañado por el secretario general del Celam, monseñor Jorge Eduardo Lozano (arzobispo de San Juan de Cuyo), y el secretario general adjunto, presbítero Pedro Brassesco (Argentina), en el marco de las visitas que están realizando a las conferencias episcopales latinoamericanas.

En su exposición ante los obispos argentinos, monseñor Cabrejos transmitió la experiencia del camino sinodal en América Latina y el Caribe, en el marco de renovación eclesial en el que está inmerso el Celam.

Tras destacar los frutos de la I Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, enumeró los aspectos que ayudaron en el camino sinodal y los pasos siguientes de un proceso que no ha terminado.

 

“Estamos viviendo un momento histórico como pueblo de Dios: porque por primera vez un Papa desea saber: ¿qué piensan los laicos y por qué no son tan felices en la Iglesia como deberían?”, subrayó.

“Es la primera vez que tienen la oportunidad de expresar no solo qué Iglesia quieren, ¡sino que Iglesia quieren ser! porque todos somos Iglesia. Y es que sólo haciendo un diagnóstico para saber qué nos pasa, seremos capaces de aportar entre todos las soluciones. El escuchar a todo el pueblo de Dios ayudará a la Iglesia a tomar decisiones pastorales que correspondan lo más posible a la voluntad de Dios.  Esto es lo que quiere el Papa”, agregó.

El arzobispo peruano recordó que “la iniciativa pontificia de dos años de duración, se sustenta en tres fases: una diocesana (de octubre de 2021 a agosto de 2022), una fase nacional, otra continental (desde septiembre de 2022 hasta marzo de 2023) y la última universal (octubre del 2023) que culminará en Roma con el sínodo de los obispos, donde se recogerán todas las experiencias y los testimonios de este amplio proceso de consulta universal”.

“Actualmente, el pueblo de Dios está inmerso en la fase diocesana, la primera del proceso sinodal. Esta primera fase sienta las bases para todas las fases sucesivas y pretende ofrecer al mayor número posible de personas una verdadera experiencia sinodal, de escucha mutua y de caminar juntos”, puntualizó.

“La fase diocesana es una oportunidad para que las parroquias y las diócesis encuentren, experimenten y vivan juntas el camino sinodal, descubriendo o desarrollando así las herramientas y los caminos sinodales que mejor se adapten al propio contexto local, lo que finalmente se convertirá en el nuevo estilo de las Iglesias locales en el camino de la sinodalidad”, añadió.

Por último, monseñor Cabreros sintetizó que “la finalidad del Sínodo y por lo tanto de esta consulta, no es producir documentos, sino hacer que germinen sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer esperanzas y estimular la confianza”.+

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