Además de visibilizar el problema de la droga, la peregrinación de los Hogares de Cristo promueve una mayor conciencia y, como gesto concreto, invita a sumar firmas para impulsar acciones puntuales.
Con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga, comenzó en septiembre la peregrinación nacional que animan Cáritas Argentina y la Familia Grande Hogar de Cristo, junto con la Unión de Clubes Parroquiales.
La peregrinación, presidida por una imagen de la Virgen de Luján, tiene previsto unir los centros barriales que las organizaciones sostienen en todo el país, con el objetivo de visibilizar el problema de las adicciones, promover la prevención e impulsar políticas nacionales que ayuden a brindar respuestas efectivas a este flagelo.
El recorrido se realiza en un micro destinado a tal fin y sus ocupantes, mayoritariamente jóvenes de los mismos Hogares de Cristo, se van relevando en las distintas paradas. De este modo, en sus casi tres meses de marcha, el micro transportó a unos 400 peregrinos en un recorrido que ya superó los 4000 kilómetros.
La Virgen de Luján visitó escuelas, barrios, cárceles (de mujeres, de hombres y de menores), clubes, comunidades aborígenes, hospitales, radios, centros barriales, granjas, un hogar de abuelos, universidades, parques nacionales, actividades con jóvenes de Cáritas y distintas pastorales, y también estuvo en la noche de la caridad. También participó en procesiones por barrios populares y por calles peatonales.
Hasta ahora, la caravana visitó 42 ciudades y pueblos de 13 provincias: Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe, Misiones, Chaco, Formosa, Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba, La Rioja y San Juan.
El recorrido pasó cerca de las fronteras de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay, y en muchos tramos fue acompañada por vecinos en motos, en colectivos y a caballo. También se sumaron como escoltas unidades de bomberos y de policías.
En distintas provincias y municipios, la peregrinación fue declarada de interés cultural. En la «Casa Histórica de Tucumán» se realizó un acto de la declaración de la ndependencia de las drogas con las autoridades locales y, en La Rioja, frente a la tumba de monseñor Angelelli, se leyó la declaración de los Derechos Humanos a vivir en un país libre de drogas.
La peregrinación se detuvo a rezar en 12 santuarios: Luján (Buenos Aires), Guadalupe (Santa Fe), Itatí (Corrientes), Santa María de Iguazú (Misiones), Guadalupe (Jujuy), Señor y Señora del Milagro (Salta), Virgen del Valle (Catamarca), Monseñor Angelelli (La Rioja) Señor de los Milagros de Mailín y Nuestra Señora de Sumampa (Santiago del Estero).
Al paso de la peregrinación se inauguraron dos centros barriales y una granja. Los peregrinos, que durmieron en hogares, parroquias, casas de retiros, universidades, seminarios y hasta en un viejo hospital, están felices de llevar su testimonio por todo el país. En su interacción con los habitantes y vecinos, ya entregaron más de 50.000 estampitas de la Virgen.
Además de visibilizar el problema de la droga, la peregrinación quiere promover una mayor conciencia y, como gesto concreto, invita a sumar firmas con el fin de impulsar acciones puntuales como:
– elaboración de políticas públicas que atiendan a todas las personas que están en consumo en sus propios barrios;
– una ley que contemple la publicación de números y estadísticas que nos puedan brindar un estado de situación de las adicciones en la Argentina, es decir un mapa de la droga en nuestro país;
– un registro de las personas que se encuentran en situación de calle, en situación de adicción y privados de su libertad por cuestiones relacionadas al consumo;
– decir no a la despenalización del consumo, pero al mismo tiempo no criminalizar a quienes padecen adicciones;
– un plan para que todos los medios de comunicación, estatales, privados y comunitarios, publiquen diariamente noticias relacionadas con este problema, que afecta, directa o indirectamente, a las familias de la Argentina.
Se puede colaborar dejando la firma en el siguiente formulario.
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