Por Elisabetta Piqué  

ROMA.- Francisco aprovechó ayer la oración mariana del Angelus para hablar de su reciente viaje a América latina, un continente que tiene "grandes potencialidades humanas y espirituales", pero "también graves problemas sociales y económicos".

Al hablarle desde la ventana del Palacio Apostólico a una multitud que atestaba la plaza pese a una ola de calor tórrido (lo primero que hizo fue destacar la valentía de quienes allí estaban con semejante temperatura), Francisco evocó su "inolvidable" visita pastoral a Ecuador, Bolivia y Paraguay, de la que regresó el lunes pasado.

"Agradezco a Dios con todo el corazón por este don", dijo el ex arzobispo de Buenos Aires, al agradecer también a los pueblos de los tres países por su "afectuosa y cálida bienvenida y entusiasmo", a sus autoridades, "hermanos" obispos, sacerdotes y personas consagradas, así como poblaciones "por el calor con el que participaron".

"Con estos hermanos y hermanas he alabado al Señor por las maravillas que ha realizado en el pueblo de Dios en camino en esas tierras, por la fe que ha animado y anima su vida y su cultura", indicó.

"Y lo hemos alabado también por las bellezas naturales de las que enriqueció a estos países. El continente latinoamericano tiene grandes potencialidades humanas y espirituales, custodia valores cristianos profundamente radicados, pero vive también grandes problemas sociales y económicos", advirtió el Papa.

"Para contribuir a su solución, la Iglesia está comprometida a movilizar las fuerzas espirituales y morales de sus comunidades, colaborando con todas las componentes de la sociedad", agregó.

El Papa aludió así a los varios dramas que aún aquejan al continente. En primer lugar, pobreza e inequidad, y el papel clave de la Iglesia en la construcción de un presente y futuro mejores en esta zona del mundo donde vive la mayoría de los 1200 millonesde católicos.

Antes de evocar su viaje -el primero a la región del Papa latinoamericano, ya que su ida a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, en julio de 2013, había sido heredada de Benedicto XVI, papa emérito-, Francisco explicó cuál es el espíritu del buen pastor.

Inspirándose en el Evangelio, indicó que son tres los verbos que lo caracterizan: ver, tener compasión, enseñar. Al explicar los primeros dos, ver y tener compasión, precisó: "Siempre están asociados en la actitud de Jesús. En efecto, su mirada no es la mirada de un sociólogo o de un fotógrafo, porque él mira siempre con los ojos del corazón".

"Estos dos verbos, ver y tener compasión, configuran a Jesús como el buen pastor. También su compasión no es sólo un sentimiento humano, sino que es la conmoción del Mesías en el que se hizo carne la ternura de Dios. Y de esta compasión nace el deseo de Jesús de alimentar a la multitud con el pan de su palabra, es decir, de enseñar la palabra de Dios a la gente. Jesús ve, Jesús tiene compasión, Jesús enseña", explicó Francisco.

"Y yo le pedí al Señor que el espíritu de Jesús, buen pastor, me guiara a lo largo del viaje apostólico que cumplí en los días pasados en América latina y que me permitió visitar Ecuador, Bolivia y Paraguay", reveló.

Fue el mismo Papa quien decidió visitar estos tres países pobres y pequeños de la periferia de América latina, con el fin de alentar los cambios positivos allí ocurridos en los últimos años y revitalizar la fe católica.

Se espera que en la segunda mitad del año próximo vuelva a la región y visite otros tres países de América del Sur: el suyo, la Argentina; Uruguay, y Chile..