Mons. Lozano: "Se necesitan artesanos y arquitectos para la paz"

Mons. Lozano:

El arzobispo de San Juan de Cuyo hace hincapié en esos dos oficios, en los que intervienen las instituciones de la sociedad e involucra a cada uno en forma personal en la construcción de la paz.

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), reflexionó sobre el mensaje para la Jornada Mundial de Oración por la Paz, que el papa Francisco proclamó con el lema “Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera”.

"Nos plantea el Santo Padre considerar dos oficios en relación a la paz: 'en cada época, la paz es tanto un don de lo alto como el fruto de un compromiso compartido. Existe, en efecto, una ‘arquitectura’ de la paz, en la que intervienen las distintas instituciones de la sociedad, y existe un ‘artesanado’ de la paz que nos involucra a cada uno de nosotros”.

"Arquitectura y artesanado son dos dimensiones diversas y a la vez complementarias. La primera se ocupa de diseñar, programar, calcular pasos y etapas. La segunda va trabajando sobre la obra conforme van respondiendo los materiales, sea la madera, la arcilla, la piedra… Podríamos decir que decide sobre la marcha sin improvisar".

El arzobispo sanjuanino destacó que "algunas personas tienen capacidades para montar las arquitecturas con vistas a construir la paz en un delicado camino para tener en cuenta las ideas, las historias, las posibilidades en cada contexto. Otros, en cambio, son capaces de generar oportunidades mediante gestos espontáneos que distienden relaciones y acercan corazones".

Tras detallar los tres caminos que el pontífice propone este año para construir la paz, señaló que "una de las críticas (por cierto infundadas y maliciosas) que se le hacen a Francisco es ser populista y asistencialista".

Por lo que invitó a prestar atención a una parte de su mensaje: “El trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien. En esta perspectiva marcadamente social, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso”.

Monseñor Lozano indicó que el Papa no puede evitar dar cuenta de la situación compleja del mundo del trabajo, agravada por la pandemia y a lo que suma el hecho de que “actualmente sólo un tercio de la población mundial en edad laboral goza de un sistema de seguridad social, o puede beneficiarse de él sólo de manera restringida”.

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