Integrantes de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), de la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJyP) y de Nuevos Dirigentes se reunieron para reflexionar sobre la juventud y la lucha contra la trata de personas. Fue el 1º de agosto, en la sede episcopal del barrio porteño de Retiro, y en el marco de la apertura de la Jornada Mundial de la Juventud y del Día Mundial de la Lucha contra la Trata de Personas.

Expusieron monseñor Jorge Lugones SJ, presidente de la CEPAS; Ayelén Tomassini y Rodolfo Brandan, del Equipo No a la Trata de la CNJyP; y Delfina Hempes (de Nuevos Dirigentes); moderó Annabella Andreatta, secretaria ejecutiva de la CNJyP.

Monseñor Lugones comenzó el encuentro con una reflexión sobre la incidencia de los jóvenes en la Iglesia y la realidad, como así también sobre la importancia del cuidado por parte de todos en la dignidad humana.

Hempes, por su parte, reflexionó sobre el papel de la política como herramienta para la transformación de la realidad y también acerca de la importancia de contar con un acuerdo esencial, especialmente sobre el tema de la trata de personas, y que no sea ocupado por la grieta.

Concluyó su exposición subrayando la necesidad de prevenir, recuperar y reparar ante el delito aberrante de la trata.

Tomassini compartió el trabajo del Equipo de No a la Trata, que acaba de recibir un reconocimiento de la Legislatura porteña por su labor, y destacó que los jóvenes son aliados estratégicos para la lucha contra este delito.

Asimismo, citó al Papa Francisco cuando invita a todos, pero especialmente a los jóvenes, a ser misioneros de la dignidad humana.

Brandan, en tanto, advirtió que las víctimas de la trata viven en la oscuridad ya que se les niega su identidad y su libertad, son cosificadas y explotadas; de esta manera, la lucha contra la trata es acompañar a estas personas hacia la recuperación y reparación.

Monseñor Lugones finalizó el encuentro reflexionando sobre las palabras del papa Francisco sobre la importancia de la organización comunitaria, para lograr esas experiencias de salvación comunitaria.

Destacó que el primer principio de la Doctrina Social de la Iglesia es la dignidad humana y su cuidado, resaltando que en una de las últimas encíclicas del Papa Francisco, Fratelli tutti, se expresa que “servir es cuidar a la fragilidad”.

El obispo sostuvo que, en la lucha contra la trata, lo primero es la concientización sobre este delito, y que luego hay que levantarse; y, tras preguntarse cómo se hace esto, afirmó que “la respuesta es en conjunto, caminando juntos, y esto es implicarse”.

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