“Cada vez que nos encontramos es una alegría, un regocijo para nuestro espíritu. Es una caricia para los dos y lo conozco muy bien para poder decir esto”, remarcó. El Pontífice inició hoy su visita a Cuba y se convirtió en el tercer Papa en visitar el país. Estará llegando a Estados Unidos este martes, donde pasará seis días.

El rabino Skorka ya ha acompañado al Papa Francisco en distintos viajes, incluyendo la gira interreligiosa que hicieron el año pasado a Medio Oriente, que también contó con la presencia del líder religioso musulmán Omar Abboud.

“Tenemos toda una historia de afecto, fidelidad y compañerismo que se manifiesta de manera muy grande. Uno le da fuerza al otro. Nos hace bien que nos encontremos, y eso es muy importante. El vínculo firme y profundo sigue creciendo”, agregó. 

Consultado sobre la gira del pontífice y las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el rabino remarcó que ve el vínculo como “algo muy positivo”. “Entiendo que hay muchas cosas no resueltas entre estos países y con respecto al mundo, pero la única manera de avanzar es a través del diálogo. A través de la enemistad no se llega a absolutamente a nada”, aseguró. 

Skorka también recordó el viaje interreligioso con el Papa Francisco y su visita a Israel: “Cuando viajamos lo ayudamos a dar un mensaje: ‘Dialoguemos. Pongamos de lado las armas, con ninguna batalla se resolvió absolutamente nada. Las armas no pueden hablar, deben hablar las palabras. Al dialogar uno está construyendo un puente con el otro, uno lo ve al otro, que deja de ser Satán para transformarse en un contendiente, alguien con que está discutiendo’. Esa senda de aquellos que apuestan por el diálogo es la que está tomando el Papa, es la que siempre tuvo el cardenal Bergoglio”. 

Además se refirió a las palabras del ex presidente egipcio Anwar el-Sadat: “Cuando estuvo en la Knesset (parlamento israelí) dijo: ‘Tenemos muchas cosas por resolver pero vamos a hacerlo a través del dialogo y no a través de ninguna guerra más’. Lo cumplió y lo siguió cumpliendo hasta el día de hoy. Su impronta es algo muy grande, pese a que tuvo que pagarlo con su vida. Es una gran lección que dio en su tiempo y para la posteridad”.