La hija del “Che” Guevara critica la invitación del Partido Comunista a asistir a las misas del Papa en su país. Y no cree que Cuba deba cambiar demasiado
por Alver Metalli
El Partido Comunista cubano, el único en plaza actualmente, invitó a sus afiliados a participar de la misa del Papa en la Plaza de la Revolución de La Habana, en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre en Holguín y de la misa en Santiago de Cuba, antes de que Francisco se despida de la Isla. No lo había hecho con Juan Pablo II en 1998 y concedió solo pequeñas y calculadas dosis de militancia organizada a Benedicto XVI en 2012. Esta vez la invitación fue explícita y perentoria: los comunistas fieles a la línea del Partido, vale decir del Gobierno, acojan con respeto al Papa Francisco durante todo su itinerario por las provincias cubanas y manifiesten cálidamente su aprobación como creyentes y como comunistas. Pero a Aleida Guevara, hija de Ernesto, más conocido como “Che”, la cosa no le hizo gracia. “El PCC (Partido Comunista de Cuba) nos pide a los militantes que vayamos a la misa, que vayamos a recibir al papa Francisco; es como una tarea de Partido prácticamente, con lo cual yo no estoy totalmente de acuerdo”, declaró a France Presse mientras el invitado volaba hacia la isla. “Yo voy a recibir al papa como un visitante , me parece correcto porque viene a mi casa y yo lo recibo con lo mejor que tengo, eso es lógico”, afirmó. “Pero ir a una misa no, porque aquí hay libertad de credo y yo no creo, por tanto no tengo por qué ir”.
La hija mayor de Ernesto Guevara, nacida del segundo matrimonio del “Che” con Aleida March, que le dio cuatro descendientes, es pediatra e infectóloga; trabaja en el hospital di niños William Soler de La Habana y dirige el Centro de Estudios Che Guevara. Siguió lo pasos internacionales de su famoso padre trabajando en Angola, Ecuador y Nicaragua. Aleida es una auténtica representante de la vieja guardia comunista. Estuvo en Argentina, la tierra natal de su padre, en el mes de junio para inaugurar un hospital en la ciudad de Córdoba, donde Ernesto cursó el colegio secundario, y allí declaró que ella considera que todavía es esencial “la militarización de Cuba” aunque no haya enemigos declarados en el horizonte. “Cuba está bien preparada desde el punto de vista militar”, asegura. Soy una mujer que ha sido educada por la medicina para cuidar la salud y defender la vida, pero también sé disparar bastante bien y estoy adiestrada para defender paso a paso, palmo a palmo, mi territorio, mi tierra. Si no, no podríamos sobrevivir a 90 millas de la potencia más poderosa y militar del planeta”.
Sobre la Iglesia argentina de Bergoglio, la del pasado, la hija del “Che” Guevara no tiene una buena opinión. Considera que ha sido “en gran médida cómplice de los asesinatos y la desaparición de más de 30.000 argentinos” durante la dictadura militar (1976-1983). Al compatriota de su padre, el Papa Francisco, le concede el beneficio de la duda pero no la absolución. “Yo no sé dónde estaba el Papa en ese momento. ¿Qué hizo realmente? No lo sé”.
Aleida Guevara arroja agua sobre el fuego del entusiasmo por la nueva fase en las relaciones de su país con Estados Unidos. “Nuestro presidente ha dicho que es un paso significativo, para poder hablar después de otros temas. Quitar los obstáculos de un camino significa poder recorrerlo más rápido. En otras palabras, finalmente se puede afrontar el problema del bloqueo con respeto recíproco”. Pero por otra parte duda que el presidente de Estados Unidos pueda llevar adelante lo que ha comenzado. “Realmente no sé si Obama logrará que prevalezca su visión. Y no pienso solo en el lobby cubano de Miami, pienso sobre todo en los republicanos que no quieren sabe nada con levantar el bloqueo y tienen la mayoría en el Congreso”. De todos modos ella no sería favorable a un cambio político e institucional en Cuba, ni siquiera gradual. “¿Por qué deberíamos cambiar? Nosotros tenemos una sociedad socialista, podemos discutir con cualquiera, pero solo en el respeto de nuestra soberanía e identidad. Cuba garantiza el derecho a la instrucción y a la salud de todos, esos son los derechos fundamentales”.
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