En el discurso a sus hermanos reunidos en el Capítulo General, León XIV los anima a continuar la misión evangelizadora, tan necesaria hoy en día. Recuerda que la vocación y la formación no son realidades preestablecidas, sino una aventura espiritual. Pide que se ayude a los jóvenes a vislumbrar la belleza de su vocación. Luego los invita a permanecer fieles a la pobreza evangélica.
El Papa León XIV expresó su alegría y su cercanía con los agustinos reunidos en el Instituto Patrístico Augustinianum para el 188.º Capítulo General de la Orden, al que asistieron unos 100 religiosos de 46 países. Esta mañana, el Papa llegó al Pontificio Instituto, a pocos pasos de su actual residencia en el Palacio del antiguo Santo Oficio, para participar, tanto física como espiritualmente, en los trabajos que se están realizando del 1 al 18 de septiembre y que él mismo inauguró. Fue también una oportunidad para recibir sus mejores deseos por su 70.º cumpleaños, que celebró ayer.
«Vocación», «formación» y «amor», que es el «centro de todo», son los temas del discurso que el Pontífice dirigió a sus hermanos, a quienes instó a no olvidar el espíritu misionero que ha caracterizado a la Orden durante siglos. Desde 1533, para ser precisos, el año de la primera misión que dio inicio a la proclamación constante del Evangelio por parte de los frailes agustinos en diversas partes del mundo. Una evangelización siempre llevada a cabo «con pasión y generosidad, cuidando de las comunidades cristianas locales, dedicándose a la educación y la enseñanza, dedicándose a los pobres y realizando obras sociales y caritativas», dice León XIV.
Reavivar el espíritu misionero
«Este espíritu misionero no debe extinguirse, pues aún hoy es muy necesario», anima. «Los insto a reavivarlo».
La misión evangelizadora a la que todos estamos llamados requiere el testimonio de una alegría humilde y sencilla, la disponibilidad para servir, el compartir la vida de las personas a las que somos enviados.
10/09/2025Joseph Farrell sucede al P. Moral como Prior General de los agustinosEn el 188º Capítulo General celebrado en Roma, los agustinos eligieron al estadounidense Joseph Lawrence Farrell, OSA, como su 98º Prior General, sucediendo al P. Alejandro Moral ...Oraciones por el nuevo prior general
Antes de profundizar, sin embargo, en su discurso, intercalado con citas de “nuestro padre Agustín”, el Papa León dirigió un pensamiento al nuevo prior general, el padre estadounidense Joseph Farrell, elegido el pasado 9 de septiembre para suceder al padre Alejandro Moral Antón, que ha concluido su segundo mandato.
Esta exigente tarea requiere las oraciones de todos nosotros, ¡no lo olvidemos!
Interioridad que no es un escape de las responsabilidades
«El Capítulo General», enfatizó el Papa, «es una valiosa oportunidad para orar juntos y reflexionar sobre el don recibido, la relevancia del carisma y los desafíos y problemas que enfrenta la comunidad. Al realizar diversas actividades, celebrar el Capítulo significa escuchar al Espíritu». León citó entonces al gran Padre de la Iglesia, quien enfatizó la importancia de la interioridad en el camino de la fe, afirmando: «No salgas de ti mismo, vuelve a ti mismo: la verdad habita en ti».
La interioridad, una de las piedras angulares de la enseñanza del obispo de Hipona, «no es una evasión de nuestras responsabilidades personales y comunitarias, de la misión que el Señor nos ha confiado en la Iglesia y en el mundo, de las preguntas y problemas urgentes», aclara León XIV. «Regresamos a nosotros mismos para resurgir aún más motivados y entusiastas en nuestra misión».
Reflexionar en nuestro interior renueva nuestro impulso espiritual y pastoral: volvemos a la fuente de la vida religiosa y la consagración, para ofrecer luz a quienes el Señor pone en nuestro camino. Redescubrimos nuestra relación con el Señor y con nuestros hermanos y hermanas en nuestra familia religiosa, porque desde esta comunión de amor podemos inspirarnos y afrontar mejor los problemas de la vida comunitaria y los desafíos apostólicos.
A las puertas del Agustinianum reciben a León XIV el prior saliente padre Moral y el nuevo prior p. Farrel (@Vatican Media)"En el centro de todo está el amor"
En este contexto, el Papa introduce los temas de la vocación y la formación. Lo hace, partiendo una vez más de una máxima del santo de Tagaste: «Ama lo que serás». Esto, para el Papa León, es «un consejo valioso, sobre todo para evitar el error de imaginar la formación religiosa como un conjunto de reglas que observar o cosas que hacer, o incluso como una vestimenta confeccionada que se pone pasivamente».
Sin embargo, en el centro de todo está el amor. La vocación cristiana, y en particular la religiosa, nace solo cuando se siente la atracción de algo grande, de un amor que puede nutrir y saciar el corazón.
La principal preocupación, por tanto, debería ser «ayudar, especialmente a los jóvenes, a vislumbrar la belleza de la vocación y a amar lo que, al abrazar su vocación, pueden llegar a ser». «La vocación y la formación no son realidades preestablecidas», concluye el Pontífice, «son una aventura espiritual que abarca toda la historia de la persona». «Una aventura de amor con Dios».
Déjense “sorprender”
Y este amor es un "criterio fundamental", subraya el Papa, también para el estudio teológico y la formación intelectual.
En el conocimiento de Dios nunca es posible llegar a Él con nuestra sola razón y con una serie de informaciones teóricas.
01/09/2025El Papa pide a los agustinos escucha, humildad y unidad en su Capítulo GeneralEn la misa de apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín, esta tarde en Roma, León XIV exhorta a los delegados de las circunscripciones agustinas en todo el mundo a ...
Se trata, ante todo, de dejarnos maravillar por la grandeza del Señor, de cuestionarnos a nosotros mismos y el sentido de las cosas que suceden para amarlo y hacer que lo amen. La generosidad y la humildad son las directrices que el Pontífice indica a quienes estudian. Ellos también nacen del amor: la generosidad de compartir la propia investigación con otros, para que beneficie su fe; la humildad de evitar la vanagloria de quienes buscan el conocimiento por sí mismo, sintiéndose superiores a los demás por poseerlo.
El don de la caridad
Al mismo tiempo, el Papa León exhorta a todos a mirar al «don inefable de la caridad divina» para vivir al máximo la vida comunitaria y la actividad apostólica, compartiendo los bienes «materiales», «humanos» y «espirituales».
Permanezcamos fieles a la pobreza evangélica y hagamos que ella sea el criterio para vivir todo lo que somos y tenemos, incluidos los medios y las estructuras, al servicio de nuestra misión apostólica.
Comentá la nota