Los obispos, expectantes por una posible visita papal

Los obispos, expectantes por una posible visita papal

Los obispos argentinos que viajaron al Paraguay para participar de la última etapa de la gira sudamericana del Santo Padre se mostraron agradecidos por las palabras y gestos que Francisco dejó en este país hermano. También se mostraron esperanzados de tener en 2016 al Santo Padre en la Argentina.

Los obispos argentinos que viajaron al Paraguay para participar de la última etapa de la gira sudamericana del Santo Padre se mostraron agradecidos por las palabras y gestos que Francisco dejó en este país hermano. Los prelados se mostraron esperanzados de tener en 2016 al Santo Padre en la Argentina, e incluso exhibieron sus deseos para una eventual agenda de actividades. 

El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor José María Arancedo, aseguró que la figura del Papa “es la del apóstol Pedro, que viene a confirmarnos en la fe”. Reveló que durante el saludo que pudo darle el sábado por la mañana en Caacupé y este domingo en Asunción le transmitió el afecto del pueblo argentino, del episcopado y de su arquidiócesis. 

Por su parte, monseñor Eduardo García, obispo de San Justo, aprovechó el encuentro con el Papa para contarle sobre algunos seres queridos y también le manifestó su deseo de reeditar un encuentro del Papa con los trabajadores, como el que mantuvo san Juan Pablo II el 10 de abril de 1987 con 300.000 obreros en el Mercado Central. “Le dije que lo esperábamos en San Justo, y me dijo ‘Bueno, esperemos’. Seguiremos intentando”, contó el prelado, de muy buen humor, al final de la misa. 

Otro obispo que tuvo un diálogo cercano y extenso con el Papa fue monseñor José Vicente Conejero Gallego, obispo de Formosa. El pastor de esta diócesis de frontera agradeció su presencia en Paraguay, tan cerca de su sede, y le pidió que visite pronto la Argentina. 

“También le pedí que, al venir a nuestro país, ponga en práctica aquello que tanto predica, de ir hacia las periferias, porque sabe que soy de Formosa. Él ha estado ahí en alguna oportunidad como cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina”, reveló el obispo. 

“Cuando se cantaba aquí, durante la misa en Ñu Guazú, ‘Bendito el que viene en nombre del Señor’, yo lo relacionaba con él. Por supuesto que esas palabras son para Jesucristo, pero él es su Vicario. Este pueblo, que pide bendición, recibió un mensajero de la paz y del amor”, sostuvo monseñor Conejero. 

El obispo de San Rafael, monseñor Eduardo Taussig, recibió el saludo afectuoso del Papa hacia su madre y compartió otros detalles de la vida diocesana. “El mensaje del Papa aquí en Paraguay, a favor de la paz y de la salida misionera de la Iglesia, nos renueva a todos para continuar anunciando con alegría el Evangelio”, aseguró. 

Monseñor Marcelo Martorell, obispo de Puerto Iguazú –en la triple frontera y en la margen del río Paraná-, contó que el Papa le hizo una broma: “Estamos maravillosamente bien por encontrarnos con el Papa. Al saludarlo, Papa bromeó y me dijo que me tome la canoa para volver a mi diócesis de Puerto Iguazú”.

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