Mons. Ojea: “Solamente escuchamos aquello que confirma lo que pensamos”

Mons. Ojea: “Solamente escuchamos aquello que confirma lo que pensamos”

En su comentario del 12º Domingo del Tiempo Común, Mons. Oscar Ojea comienza recordando que “los apóstoles sabían muy bien que seguir a Jesús iba a traer consecuencias, que la coherencia con el Evangelio iba a generar persecución, y esto lo vivimos hoy y lo vivieron también las primeras comunidades cristianas”. De ahí que el texto día por tres veces: “No tengan miedo”, palabras en las que ve “como asegurando que él nos va a cuidar, que él va a estar con ellos; que, así como cuida a los pájaros también a ellos, que valen más que muchos pájaros, los cabellos de sus cabezas están contados”.

En su comentario del 12º Domingo del Tiempo Común, Mons. Oscar Ojea comienza recordando que “los apóstoles sabían muy bien que seguir a Jesús iba a traer consecuencias, que la coherencia con el Evangelio iba a generar persecución, y esto lo vivimos hoy y lo vivieron también las primeras comunidades cristianas”. De ahí que el texto día por tres veces: “No tengan miedo”, palabras en las que ve “como asegurando que él nos va a cuidar, que él va a estar con ellos; que, así como cuida a los pájaros también a ellos, que valen más que muchos pájaros, los cabellos de sus cabezas están contados”

Confiar en la providencia

Según el presidente de la Conferencia Episcopal argentina, “la providencia sabe perfectamente como resguardar aquellos que tienen que proteger, es una invitación a la confianza, a perder el miedo de ser coherentes, de decir la verdad, de vivir la verdad”.

Sobre lo vivido en Argentina en estos últimos días, Mons. Ojea ha dicho que “me parece que tenemos que reflexionar en este miedo que tenemos a escuchar de verdad al que no piensa como yo, ni siente como yo. Tenemos miedo de escuchar; solamente escuchamos aquello que confirma lo que pensamos y lo que sentimos y nos deja absolutamente anclados en el pensamiento emocional. Escuchamos solamente lo que queremos escuchar; lo demás lo excluimos y de forma violenta”, preguntándose: “¿Por qué tenemos miedo a escucharnos?”

Escuchar, dar lugar

Según el obispo de San Isidro, “una de las razones es que hay algunas escuchas que nos interpelan de tal manera; pensamos qué podemos hacer frente algunos reclamos, necesidades, cuando se expresan necesidades”. Ante ello afirmó que “puede ser que no podamos hacer nada, pero el hecho de escucharlas bien, de darles lugar, de saber de dónde vienen, de comprobar su autenticidad, eso solo ya nos pone en un camino de búsqueda, en un camino diferente”.

“Para escuchar tengo que vaciarme de mí mismo, por eso tengo que tener coraje; tengo que vaciarme de mí mismo y no tengo que esperar estar continuamente confirmando lo que pienso en el otro o en la otra”, señaló. Eso porque “la escucha es lo que precede necesariamente al diálogo y la escucha supone un aprendizaje y supone una mínima confianza en aquel a quien estoy haciendo lugar”.

Crear ámbitos de escucha nuevos

Siguiendo con el relato de lo vivido en su país, ha recordado que “en estos días hemos escuchado palabras con tanta violencia, palabras que no ayudan; la violencia comienza en el corazón del hombre, la violencia se continúa a través de las palabras y las expresiones, y después va a la acción. Tenemos que intentar crear ámbitos de escucha nuevos entre nosotros, de escucha auténtica, de escucha cercana”.

Resaltando que “Dios nos escucha”, algo que aparece en la Biblia, que “continuamente nos repite que Dios se inclina ante nuestro clamor, ante nuestra necesidad, sobre todo si es clamor de justicia”, ha llamado a “vivir este fin de semana, según el llamado que nosotros hemos hecho a todas las comunidades a rezar la Misa por la Patria y hacer una oración por la justicia y la paz”. Para ello recordó el lema del Año de la Paz del Papa Pablo VI: “Si quieres la paz trabaja por la justicia”.

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