Mons. Ojea: 'Seguir a Jesús lleva a verlo y servirlo en los hermanos más pobres'

Mons. Ojea: 'Seguir a Jesús lleva a verlo y servirlo en los hermanos más pobres'

El obispo de San Isidro exhortó a no perder la "sensibilidad cristiana verdadera" mirando para otro lado, y advirtió sobre el riesgo de "pactar, casi sin darse cuenta, con la cultura del descarte".

Monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), recordó que el Evangelio de este domingo habla de lo que pasa inmediatamente después de la confesión de Pedro.

“Jesús no quiere engañar a sus discípulos y después de haber recibido la confesión: ‘Tú eres Cristo, el hijo de Dios vivo’, les dice. Ahora tengo que subir a Jerusalén y voy a sufrir a manos de los hombres’. Les anuncia la cruz, entonces Pedro en nombre de todos, de alguna manera, le dice: ‘Jamás te va a pasar esto a vos’; y ahí Jesús le dice una frase muy dura: ‘ve detrás de mí Satanás porque tus pensamientos no son los de Dios sino los de los hombres, el que me sigue verdaderamente es el que se niega a sí mismo carga su Cruz y así me sigue’”, desgranó el pasaje evangélico.

“Esta reacción tan fuerte de Jesús tiene que ver con esta tentación que tenemos los cristianos de un Evangelio sin cruz; de vivir la vida de Jesús como si fuera un espectáculo que sucede fuera de nosotros y así tener una predicación de un contenido doctrinal, estético, moral, pero sin que nosotros estemos ni implicados, ni involucrados en ella”, reconoció a modo de crítica.

El obispo sanisidrense señaló que “también Pedro es el que se va a negar a que Jesús le lave los pies porque en el fondo si Jesús le lava los pies, él sabe que él también va a tener que lavarles a los hermanos, que no va a ser el jefe, sino que va a ser aquel que sirve y de esta manera ejercer su autoridad; entonces se niega”.

“Jesús le dice: ‘si te negás no tendrás parte conmigo’”, agregó, y completó: “Seguir a Jesús es involucrarse en su doctrina y en su vida, es vivir aquello que Jesús predica”, 

 

 

“El compromiso de seguir a Jesús nos lleva a verlo y a intentar servirlo en nuestros hermanos más pobres, especialmente en los que están marginados”, sostuvo. 

Monseñor Ojea recordó que el Papa Francisco habló hace poco de la “invisibilización” que existe, sobre todo en las grandes ciudades de occidente, de aquellos que “están marginados por distintos motivos, por enfermedades, por discapacidades; por enormes dificultades en su vida social, en su vida familiar, en sus vidas de relación”.

“Es incuestionable ver nosotros en Buenos Aires cantidad de personas en situación de calle. Podemos decir, pero todos estamos mal. Vivimos una situación tremenda, la inflación, no nos alcanza para para llegar a fin de mes, no nos alcanza para comprar lo que habitualmente compramos y esto pasa tantas familias argentinas, pero, sin embargo, como decía Paul Claudel: ‘El verdadero pobre de espíritu es el que sabe que hay otro más pobre que él’". 

“Es el que sabe que hay otro pobre que él. Esta situación tremenda, no nos exime de mirar aquellos hermanos nuestros que se encuentran en extrema pobreza; sino, como dice el Santo Padre, perdemos de tal manera la sensibilidad que el cuello se nos puede quedar lastimado de tanto mirar para otro lado y entramos a pactar, casi sin darnos cuenta, con la cultura del descarte y abandonamos toda verdadera sensibilidad cristiana”, advirtió.

Por último, monseñor Ojea animó: “Seguir a Jesús es comprometerse con los últimos y de verdad para no vivir un Evangelio disociado de su mensaje, sino para sentirnos verdaderamente unidos a aquello en lo que creemos y aquello que predicamos”.

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