Mons. Lozano: "Con los ramos en la mano y Jesús en el corazón"

Mons. Lozano:

"En la Semana Santa Jesús nos ofrece caminar a su lado. Con corazón sencillo y humildad al andar", destacó el arzobispo de San Juan de Cuyo e invitó a rezar por la paz con el olivo que su símbolo.

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) recordó que con el Domingo de Ramos empieza la Semana Santa, en la que no sólo se hace memoria de lo “ya conocido”, sino que también se celebra.

“Esos acontecimientos se actualizan sacramentalmente. El mismo Jesús presente en sus ministros y en la comunidad cristiana vuelve a realizar lo sucedido en Jerusalén. No es simplemente una teatralización que se repite año tras año, sino actualización de la Pascua”.

El arzobispo sanjuanino puntualizó que “hoy celebramos la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén. El Rey Mesías prometido y esperado durante siglos llega a su casa y a su templo. Es un Rey especial por lo que no tiene y por lo que trae”. 

“No tiene ejército numeroso y bien armado, ni corte lujosa, ni riqueza que impresiona, ni deseos de dominación que dan miedo. Trae un Reino de paz, justicia, amor, libertad. No viene montado en un caballo adornado de lujos, sino en un sencillo burrito. Está acompañado por hombres humildes, trabajadores, pescadores, y algunas mujeres”, detalló, y agregó: “Por eso miremos a quienes salen a recibirlo: los niños, los pobres, los pequeños y simples de corazón. Los que no tienen vergüenza o miedo al papelón. Lo aclaman con cantos y a su paso adornan el camino con ramas de los árboles y hasta con sus propios mantos”.

“¡Cómo no estar contentos! Este Rey no viene a llevarse nada. No entra para saquear y oprimir. Viene a servir. La entrada de Jesús en la vida de cada uno es así: no quita nada, nos da todo”, subrayó, y completó: “Viene vestido con ropa sencilla. Pide tu respuesta de fe. Y vos podés dejarlo entrar, ¿por qué no?”

Monseñor Lozano afirmó que en Semana Santa se puede optar por entre ser turistas o peregrinos, y diferenció: “El primero está de paso, sólo mira para aprender o tomar una foto. Tal vez hasta se admira de una belleza, pero su vida está en otro lado. El peregrino, en cambio, se compromete, entra en comunión, vibra espiritualmente, busca un encuentro que libera”.

 

El secretario general del Celam explicó la doble finalidad de los ramos de olivo que en esta celebración se llevan a los hogares. “Solemos colocarlos junto a una cruz que tenemos en la pared, o al lado de una imagen o estampita de la Virgen o alguno de los santos que nos acompañan en nuestra vida de fe. De este modo, al mirar ese ramo nos acordamos que hemos aclamado a Jesucristo como Rey de nuestra vida”.

“Es un signo que nos recuerda haber rezado y cantado para que Él reine en nuestra vida, nuestra familia, nuestra patria. La otra finalidad es misionera. Es muy bueno llevar algún ramito a quienes no pudieron ir a la bendición y a la misa. Siempre hay que pensar y tener en cuenta a los vecinos, familiares, o alguien enfermo”.

Monseñor Lozano destacó que los ramos de olivo también son “símbolos de paz”, por lo que invitó a implorar por ella en Ucrania para que “cese tanto horror y matanza.

“En la Semana Santa Jesús nos invita a entrar en un clima religioso y de oración.  Nos tiende la mano y nos ofrece caminar a su lado. Con corazón sencillo y humildad al andar… Caminemos con Jesús para ser colmados de su bendición”, concluyó.+

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