Miles de peregrinos volvieron a caminar hacia Luján junto a la Virgen

Miles de peregrinos volvieron a caminar hacia Luján junto a la Virgen

Una multitud se movilizó caminando desde el Santuario de Liniers hasta la Basílica de Luján bajo el lema: "Madre, míranos con ternura, queremos unirnos como pueblo". La peregrinación de un pueblo que agradece y pide demuestra en cada paso que la fe es sentimiento popular.

Congregados en el Santuario de San Cayetano, en Liniers, este sábado partió la 48° edición de la Peregrinación a Luján. Previo a partir, se celebró una misa que animó a los fieles antes de emprender los 60 km a pie hasta la Basílica de Luján bajo el lema: "Madre, míranos con ternura, queremos unirnos como pueblo".

Con ánimo popular, la multitud fue llegando a Linierscon bombos, platillos y banderas. La emoción antes de partir y las promesas de llegar se replicaban cada pocos metros.

Un abrazo que fundía a un hijo y a su padre, que dejaba el bastón unos instantes y se sostenía en sus brazos para recibir la promesa de que caminarían por él. La emoción de un joven papá que agradecía por el nacimiento de su hija y la conmoción de aquellos que volvieron a peregrinar tras la pandemia. Y la alegría de una joven que exclamaba haber podido tocar la imagen peregrina de la Virgen de Luján, la misma que fue bendecida por el Papa Francisco durante la Jornada Mundial de la Juventud 2013.

En las afueras al Santuario, la Familia Grande Hogar de Cristo (FGHC), lucía su bandera  "Puertas abiertas del Hogar de Cristo" y era el Padre Pepe, integrante del grupo de curas villeros, quien expresaba a la comunidad de los Hogares de Cristo que durante el camino verían pasacalles con la intención que reza “Ni un Pibe Menos por la Droga” en este año donde se cumple el 15° aniversario de la FGHC.

Con el paso firme, los distintos grupos se convertían en multitud y se mezclaban las banderas que identificaban a todas las localidades del conurbano bonaerense y también al interior con presencia de fieles de La Plata, Junín, Mar del Plata, Chacabuco, Trenque Lauquen, entre otros.

La organización de la Peregrinación contempló 6500 voluntarios y más de 40 puestos a los que se sumaban los distintos operativos municipales y también las organizaciones particulares que itinerantemente iban armando sus puntos de descanso. El sentido comunitario primaba y siempre había un agua o un mate para compartir, un comentario de cuidado y una anécdota para reír.

Llegando a La Matanza era el Padre “Tano” Angelotti  y la comunidad de la Parroquia de San José quien se sumaba al caminar de sus compañeros curas villeros para caminar a la par de Monseñor Gustavo Carrara y toda la Familia Grande Hogar de Cristo.

Asimismo, las distintas congregaciones que se sumaban al paso de la Peregrinación sostenían sus símbolos religiosos locales y así el camino a Lujan también iba al paso de imágenes de San José, San Cayetano y la Virgen de Dolores. Cientos de curas y monjas bendecían el paso de los peregrinos y los alentaban a seguir haca Lujan bajo el cuidado y la devoción a la Virgen.

La tarde cayó y la noche abrazo al tramo final donde a las 12 el sendero de peregrinos se ilumino al encender sus velas e iluminar todas las intenciones.

A la madrugada la Virgen llegó a Luján e ingreso en su casa, su hogar, al que miles de argentinos concurrieron para renovar su fe como pueblo, pidiendo paz y trabajo. Agradeciendo la vida y manifestando que la fe es un sentimiento popular de los argentinos.

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