En una audiencia ante cinco mil personas que trabajan en distintas áreas y sus familias, el nuevo Pontífice agradeció su trabajo y evocó la reforma de la curia de Francisco
Elisabetta Piqué
“Los papas pasan, la curia permanece”. En su primera audiencia con empleados de la curia romana, de la Santa Sede, del Governatorato y del Vicariado de Roma, junto a sus familiares, el papa León XIV no sólo agradeció su labor, sino que les recordó su rol de “custodios de la memoria” y la “dimensión misionera” de su labor, en línea con la reforma de la curia puesta en marcha por Francisco.
En un Aula Pablo VI que lo aclamó al llegar, colmada con más de cinco mil personas que trabajan en distintas áreas administrativas, técnicas y operativas, junto a sus familias -entre ellos, también sacerdotes, religiosos y religiosas, y sobre todo, laicos-, el Papa al principio advirtió que ese primer encuentro no era “para hacer discursos programáticos”, sino más bien la ocasión para decirles “gracias por el servicio que hacen que yo ‘heredo’ de mis predecesores”.
“Como saben, yo llegué solamente hace dos años, cuando el amado papa Francisco me nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos”, recordó. “Entonces dejé la diócesis de Chiclayo, en Perú, y vine a trabajar aquí: ¡qué cambio!”, exclamó. “Ya ahora, ¿qué puedo decir?”, se preguntó, con enorme humildad. “Los papas pasan, la curia permanece”, comentó, desatando aplausos.
Tras destacar luego en su discurso que “la curia es una institución que custodia y transmite la memoria histórica de una Iglesia”, algo fundamental porque “la memoria es un elemente esencial de un organismo viviente”, el papa León subrayó otro aspecto complementario: es decir, “la dimensión misionera de la Iglesia, de la curia y de cada institución vinculada al ministerio petrino”.
Leon XIV participó de una audiencia en el Vaticano ante cinco mil personas que trabajan en distintas áreas y sus familias
“Sobre esto ha insistido mucho el papa Francisco que, coherentemente con el proyecto enunciado en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, ha refromado la Curia Romana en la perspectiva de la evangelización, con la constitución apostólica Praedicate Evangelium”, evocó. “Y esto lo hizo siguiendo los pasos de sus predecesores, especialmente San Pablo VI y San Juan Pablo II”, resaltó.
Nacido en Chicago, Estados Unidos, hace 69 años, el Papa habló luego de su propia vida. “Como creo que saben, la experiencia de la misión forma parte de mi vida, y no sólo porque estoy bautizado, como es el caso de todos los cristianos, sino porque como religioso agustino fui misionero en el Perú, y mi vocación pastoral maduró entre el pueblo peruano”, recordó.
“¡Nunca podré agradecerle lo suficiente al Señor por este regalo! Además, el llamado a servir a la Iglesia aquí en la curia romana fue una nueva misión, que he compartido con ustedes durante estos últimos dos años. Y sigo y seguiré, mientras Dios quiera, en este servicio que me ha sido confiado”, agregó.
Leon XIV participó de una audiencia en el Vaticano ante cinco mil personas que trabajan en distintas áreas y sus familias
Reiteró entonces lo que dijo cuando se presentó al mundo tras ser electo en un cónclave muy rápido, en la tarde del 8 de mayo pasado: “Debemos tratar juntos de ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes, el diálogo, siempre abierta a recibir (…) con los brazos abiertos a todos, todos lo que necesitan de nuestra caridad, de nuestra presencia, del diálogo y del amor”. Y explicó que repetía estas palabras pensando en la misión de esta Iglesia hacia todas las Iglesias del mundo entero, de servir la comunión, la unidad, en la caridad y en la verdad.
“El Señor ha dado a Pedro y a sus sucesores esta tarea y todos ustedes en modos distintos colaboran para esta gran obra. Cada uno aporta realizando su trabajo diario con compromiso y también con fe, porque la fe y la oración son como la sal de la comida, dan sabor”, indicó.
Finalmente, terminó dándoles a todos un consejo clave. “Si todos debemos cooperar en la gran causa de la unidad y del amor, tratemos de hacerlo en primer lugar con nuestro comportamiento en las situaciones cotidianas, empezando también por el lugar de trabajo. Cada uno puede ser constructor de unidad con su actitud hacia los colegas, superando las inevitables incomprensiones con paciencia, con humildad, poniéndose en el lugar del otro, evitando prejuicios y también con una buena dosis de humorismo, como nos enseñó el Papa Francisco”, concluyó, generando más aplausos.
Aclamado al grito de “¡Viva il Papa!“, León XIV, muy amable y cada vez más cómodo en su nuevo rol, se quedó saludando durante mucho tiempo a los presentes, deteniéndose especialmente a acariciar y bendecir bebes.
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