El Papa León XIV recibió esta mañana en el Palacio Apostólico Vaticano al Presidente del Estado de Palestina, Mahmoud Abbas, en el marco del décimo aniversario del histórico Acuerdo Global firmado entre la Santa Sede y Palestina el 26 de junio de 2015. Se reiteró la urgencia de prestar ayuda a la población civil de Gaza.
El encuentro, desarrollado en un clima cordial, permitió a ambas partes reflexionar sobre los avances y desafíos que han surgido en la última década desde la firma del acuerdo. Uno de los puntos centrales de la conversación fue la grave situación humanitaria en Gaza, donde la población civil continúa sufriendo las consecuencias del conflicto.
El Santo Padre y el Presidente Abbas coincidieron en la urgente necesidad de proporcionar asistencia humanitaria inmediata y en la importancia de trabajar para el fin de las hostilidades, reafirmando la relevancia de la solución de dos Estados como camino viable para alcanzar una paz duradera en la región. El Vaticano reiteró su compromiso con la justicia, el diálogo y la dignidad de todas las personas afectadas por el conflicto, subrayando su disposición a continuar promoviendo iniciativas diplomáticas que favorezcan el entendimiento entre los pueblos.
La solución de dos Estados como camino viable es la posición oficial de la Santa Sede, reiterada en varias ocasiones por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y antes aún por el Papa Francisco y ahora por el Papa León. Este último, el martes por la noche, respondiendo a las preguntas de los periodistas frente a su residencia en Castel Gandolfo, destacó la fragilidad de la tregua en Gaza y de la cuestión de los colonos en Cisjordania. “Gracias a Dios —añadía— al menos la primera fase del Acuerdo de paz sigue adelante”. Ahora, sin embargo, “es necesario buscar cómo pasar a la segunda fase, ver el tema del gobierno, cómo se pueden garantizar los derechos de todos los pueblos”. El Pontífice expresaba que es necesario “trabajar juntos por la justicia para todos los pueblos”.
El presidente Mahmoud Abbas quiso acudir, nada más llegar a Roma, a la tumba de Francisco en Santa María la Mayor para un momento de recogimiento. Entre imponentes medidas de seguridad, a las 16:30 horas, el jefe del Estado palestino, acompañado por el padre Ibrahim Faltas, antiguo vicario de la Custodia de Tierra Santa, y por su séquito, atravesó la puerta de la basílica papal para salir de ella un cuarto de hora más tarde. Abbas depositó una ofrenda floral sobre la tumba de mármol con la inscripción del Papa Francisco.




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