Ayer por la tarde estaba pautado que el Sumo Pontífice estuviera unos breves minutos frente al Ycua Bolaños para bendecir el memorial con los nombres de las víctimas y hablar con los familiares; el supermercado donde sucedió la tragedia más impactante de Paraguay, era la última parada de Francisco antes de volver a dirigirse al aeropuerto para volver a Roma.
Caminos Religiosos estuvo en la previa de la visita papal. Se notaba mucha expectativa y los familiares tildaban la llegada de Francisco como una “esperanza de aire”.
Ver "Ycuá Bolaños: La historia de un lugar que Francisco pidió ir"
Se vivía un clima de alegría en el barrio Trinidad de Asunción. Los familiares de las víctimas en un sector especial para estar más cerca de Francisco y así poder ver al Santo Padre bendiciendo “su” lugar.
Después del encuentro con los jóvenes en la Costanera, Francisco se dirigió a Ycuá Bolaños. Lamentable e insólitamente, la caravana papal tomó por el carril contrario donde estaba el vallado y el Papamóvil se vio envuelto de gente. Sin organización, no hubo garantía de seguridad alguna para que Francisco baje, bendiga el lugar y hable con los familiares de las víctimas como estaba previsto.
Tumulto e indignación. Tristeza y angustia. Los seres queridos desconsolados en una Visita Papal fugaz, que en vez de cerrar un poco la herida, la abrió más.
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