El Año de la Vida Consagrada convocado por el Papa Francisco, tendrá del 8 al 11 de abril unos días muy estimulantes con motivo del “Convenio de formadores y formadoras a la vida consagrada”, que reunirá a mil 200 religiosos y religiosas de todo el mundo en Roma.
Según informó Radio Vaticana, el convenio se celebra en el Ergife Palace Hotel de la ciudad eterna, y servirá para que estos expertos en la formación cristiana intercambien ideas, pensamientos, y experiencias sobre la vida consagrada y las exigencias que esta precisa en el mundo contemporáneo.
El programa del convenio comprende más de 50 trabajos de “laboratorio” que afrontarán temáticas de gran actualidad para la vida consagrada, y concluirá con un foro sobre “La formación en la visión inter-dicasterial”, en el que participarán el Prefecto de la Congregación para el Clero, Cardenal Beniamino Stella; el Secretario para la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Mons. José Rodríguez Carballo; y el Secretario de la Congregación para la Educación Apostólica, Mons. Vincenzo Zani.
El objetivo “es formarse, es decir, tomar la forma de vida del Evangelio para ser hombres y mujeres realmente libres, madurar la propia identidad para poder dialogar con todas las culturas y convertirse, en la actualidad de los flujos migratorios, en signo profético de acogida y de comunión”, señala Radio Vaticana.
El evento estará precedido el 7 de abril por una Vigilia de oración que comenzará a las 8:30 p.m. hora local de Roma en la parroquia de San Gregorio VII, a la que todos están invitados.
El convenio concluirá el 11 de abril con una Misa en la Basílica de San Pedro a las 9:30 a.m. que será presidida por el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, Cardenal Joao Braza de Aviz.
El Año de la Vida Consagrada fue iniciado el 29 de noviembre por el Papa Francisco y concluirá el 21 de noviembre de 2015, a cincuenta años del “Perfectae caritatis”, el decreto del Concilio Ecuménico Vaticano II sobre la adecuada renovación de la vida religiosa.
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