El Vaticano sentencia: no va a negociar la ordenación de mujeres

El Vaticano sentencia: no va a negociar la ordenación de mujeres

El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, envió una carta a los obispos germanos en la que zanja algunos temas propuestos por el comité sinodal alemán, como la ordenación de mujeres o la bendición de parejas homosexuales.

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha enviado una carta a los obispos germanos en la que zanja algunas propuestas del camino sinodal alemán. Es el caso de la ordenación de mujeres y la bendición de parejas homosexuales.

La misiva, fechada el pasado 23 de octubre y publicada en exclusiva por el diario alemán Die Tagespost, explicita que "la Iglesia no tiene autoridad para ordenar mujeres al sacerdocio y que todos los fieles de la Iglesia deben acatar definitivamente esta decisión".

Por otro lado, sobre las bendiciones a parejas homosexuales, Parolin recuerda que "una iglesia local no tiene posibilidad de adoptar un punto de vista diferente". Y continúa: "Aunque se reconozca desde un punto de vista subjetivo pueden existir diversos factores que nos invitan a no juzgar a las personas, esto no cambia en absoluto la valoración de la moralidad objetiva de estos actos".

Al confirmar la recepción de la carta, el Comité Central de católicos alemanes –órgano surgido del camino sinodal con la oposición expresa del Vaticano– ha expresado "tranquilidad" y han considerado una "buena señal" la correspondencia, ya que pone de manifiesto que el diálogo entre Roma y Berlín sigue abierto.

La carta del secretario de Estado recuerda la carta apostólica Ordinatio sacerdotalis (1984) en la que san Juan Pablo II afirmaba que "en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos, declaro que la Iglesia no se considera autorizada a admitir a las mujeres a la ordenación sacerdotal". Esta declaración, continúa la misiva, ha sido confirmada expresamente varias veces por el Papa Francisco.

"Nos enfrentamos a una decisión vinculante", ha expresado Parolin. Esta tendrá "consecuencias disciplinarias precisas" y señala que intentar ordenar a una mujer es un delito que ha de juzgar el dicasterio para la Doctrina de la Fe y que está castigado con la excomunión tanto para la mujer que pretende recibirla como para quien pretenda realizarla.

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