Horas antes de la visita del Papa a la isla, el cardenal Parolin criticó el bloqueo.
En vísperas del viaje papal a Cuba y EE UU, el Vaticano reiteró ayer su postura crítica sobre el bloqueo económico y comercial de la isla, aplicado por la gran potencia desde los años de la administración demócrata de John F. Kennedy (1961-1963). El secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, recordó que la Santa Sede "exhorta desde hace mucho tiempo a levantar las sanciones por considerar que perjudican principalmente a la gente común", y dijo que espera que el actual deshielo entre los dos países se traduzca rápidamente en el fin del embargo.
En otra clara señal de que el discurso del jefe de la Iglesia Católica resultará irritante para el establishment estadounidense, el jefe de la diplomacia vaticana recordó que Francisco llegará a Estados Unidos como inmigrante, temporariamente desde Cuba, y que "la inmigración será, seguramente, uno de los temas más importantes de la visita". En las últimas semanas, a medida que se acercaba el arribo del jefe de la Iglesia Católica, numerosas organizaciones de latinos y de otros grupos de migrantes exhortaron al Papa a que les dé un mensaje de apoyo en este tema que divide profundamente a la dirigencia política.
En una entrevista con la TV vaticana, Parolin dijo que hay optimismo en vista del acercamiento entre los dos países. "Como dijeron los obispos, existe la esperanza de que las medidas de este tipo –la liberalización de los vínculos, sobre todo a nivel económico– traigan una mayor apertura desde el punto de vista de la libertad, que son fundamentales para la vida del pueblo", señaló el cardenal. El prelado admitió que en EE UU se critica ácidamente el mensaje económico y ambiental de Francisco, pese a lo cual este invitará a todos los estadounidenses a reflexionar y reconocer que "algo debe cambiar en la relación del hombre con la creación".
"Creo que es justo comprender que las cosas no van en la dirección correcta y que se debe hallar un camino hacia las soluciones. Creo que el Papa invitará a ello: uno puede ofrecer un aporte, pero el cambio es necesario", insistió el secretario de Estado.
Parolin señaló que Francisco ha denunciado la "globalización de la indiferencia" que el mundo demuestra a los migrantes y ha exhortado a las parroquias y órdenes religiosas católicas para que acojan cada una a una familia. El Vaticano aloja a dos. El cardenal recordó que EE UU fue fundado por inmigrantes y que "tiene una larga historia de apertura, acogida e integración de las sucesivas oleadas de inmigrantes (por lo que) creo que esto podría constituir una base social y cultural para enfrentar los retos diarios de la inmigración y resolver casos dolorosos que están abiertos", dijo el prelado.
El bloqueo a Cuba y la situación de los inmigrantes no son los únicos temas que el Papa abordará y que, seguramente, irritarán básicamente a los republicanos. El Papa apoya el acuerdo nuclear con Irán, que los líderes conservadores prometen anular si llegan a la Casa Blanca. Además, ha exhortado a los países a que les abran los brazos a quienes buscan refugio y ha criticado las "condiciones inhumanas" que enfrentan los inmigrantes irregulares en la frontera.
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