El papa Francisco reapareció este domingo para rezar el Ángelus tras el ataque de ciática que le ha impedido celebrar la misa de este domingo y recibir mañana al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, y denunció al término la reciente muerte por frío de un sintecho de nacionalidad nigeriana "abandonado por todos" en Roma.

Es la tercera vez en menos de un año que Francisco padece un ataque del nervio ciático que lo obliga a reducir sy actividad, ya que en marzo un ataque determinó su ausencia del tradicional retiro espiritual de cuaresma de la curia romana y en diciembre, de las últimas celebraciones religisas del año.

En verdad, Jorge Bergoglio sufre desde hace mucho tiempo esta dolencia. De hecho, en el viaje de regreso de Brasl, cuatro meses después de haber sido elegido Papa, dijo que el único gran dolor que había sentido en el inicio de su pontificado era por la ciática, que no se la desaba a nadie

El pontífice se refirió a este hombre por su nombre, Edwin, de 46 años y nigeriano, encontrado muerto por frío el pasado 20 de enero a pocos metros de la plaza de San Pedro, explicó al término del rezo del Ángelus dominical.

"Su hecho se añade a la de muchos otros sintecho recientemente muertos a Roma en las mismas dramáticas circunstancias. Recemos por Edwin. Pensemos en qué sintió este hombre de 46 años en el frío, ignorado por todos, abandonado también por nosotros", instó.

Francisco siempre se ha mostrado preocupado por la situación de estas personas y en la plaza ha abierto unas duchas y una barbería, y recientemente inauguró una residencia para acoger a mendigos en la capital en un cercano palacio del siglo XIX.

Además el pasado miércoles veinticinco sintecho fueron vacunados contra el coronavirus en el Vaticano.

El pontífice ha celebrado el rezo del Ángelus a pesar de sufrir un nuevo ataque de ciática que le ha impedido oficiar la misa de este domingo y a posponer el encuentro con el cuerpo diplomático previsto para este lunes, entre otros eventos.

En su catequesis antes del Ángelus Francisco instó a cambiar la mentalidad del mundo y a evitar "el pecado de la mundanidad" que "como el aire lo invade todo" y provoca "engaño, violencia, codicia, ansias de poder y no de servicio, guerras y explotación".

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El papa también tuvo palabras para los periodistas, por la fiesta de San Francisco de Sales, su patrón, y les animó a "acudir y ver a los sitios a los que nadie quiere ir" para relatar "con verdad" los acontecimientos del mundo.

Y animó a las familias que están pasando apuros económicos en la crisis por la pandemia.