La sucesión del papa Francisco: quién es el kingmaker argentino de la línea bergogliana

La sucesión del papa Francisco: quién es el kingmaker argentino de la línea bergogliana

El cardenal Leonardo Sandri es el armador del grupo que busca la continuidad. Los conservadores, Trump y sus lobistas. Muchos nombres, ningún candidato.

Por Guillermo Villarreal.

Detrás del hermetismo que envuelve al próximo cónclave, la figura de Leonardo Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, cobra una centralidad inesperada. El purpurado argentino se convirtió en los últimos años en hombre de confianza del papa Francisco. Ahora, es el encargado de articular los apoyos entre los cardenales que quieren asegurar la continuidad del legado de Jorge Bergoglio.

Sandri tiene 81 años y no participará del cónclave sucesorio, pero tiene participación activa en la rosca previa que se da en las congregaciones generales. Con capacidad para dialogar tanto con moderados como con conservadores, el cardenal impulsa dos opciones: la línea europea proitaliana, con nombres como Matteo Zuppi (69) y Pietro Parolin (70), y el giro hacia el “Sur global”, representado por el filipino Luis Tagle (67).

El purpurado filipino encarna un perfil pastoral y carismático, respaldado por el propio Francisco, que lo ubicó en el Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos, una oficina clave de la estructura del Vaticano. El referente asiático también estuvo al frente de Caritas Internationalis, pero su legajo tiene algún punto cuestionable por manejos administrativos y la gestión de los casos de abusos perpetrados por clérigos.

Sandri no camina solo en su rol de kingmaker. Lo rodean otros referentes del establishment vaticano que, sin pretensiones de ser papables, ejercen influencia en las conversaciones previas al cónclave. En este grupo de referentes que orientan a los cardenales electores figuran Giovanni Battista Re (91), decano del Colegio Cardenalicio, y el español Fernando Vérgez (80), funcionario vaticano y antiguo secretario del cardenal argentino Eduardo Pironio, que la Iglesia proclamó beato.

Guardianes del legado de Jorge Bergoglio

Entre los guardianes del legado franciscano destacan el español Juan José Omella (79), quien fue miembro del Consejo de Cardenales conocido como C9, que asesoraba a Bergoglio en el gobierno de la Iglesia; y el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga (82), artífice del cónclave de 2013 que proclamó al primer papa latinoamericano de la historia de la Iglesia. Ambos insisten en que el futuro papa debe continuar la sinodalidad y la apertura pastoral impulsada por Francisco.

La sucesión del papa Francisco - Vatican Media

Desde el ala reformista, nombres como Reinhard Marx o el estadounidense Seán O’Malley también suman su voz, aunque sin tanta influencia sobre sus pares.

En cambio, los actores con mayor capacidad de articulación, como el indio Oswald Gracias, podrían inclinar la balanza hacia un perfil integrador como el de Tagle, evitando una restauración conservadora.

Donald Trump y el lobby de la cofradía restauradora

Francisco nombró al 80% de los cardenales que votarán desde el próximo miércoles en la Capilla Sixtina. Este dato, por sí solo, sugiere que el próximo pontífice no debería representar un giro brusco.

Sin embargo, la ofensiva del ala conservadora ya se mueve en las sombras, apelando a operaciones de descrédito, rumores de enfermedades y presiones diplomáticas.

Quienes arman en este sector son dos cardenales electores con pocas chances de ser papa, como el guineano Robert Sarah (79) y el estadounidense Raymond Burke. Tienen el apoyo del italiano Beniamino Stella (83) y el chino Joseph Zen (93), otros dos purpurados que, por edad, no entrarán al cónclave y siempre fueron críticos del pontificado de Bergoglio.

Aunque todavía no tiene un nombre de consenso, el team restaurador busca posicionar entre los papables al alemán Gerhard Müeller (77), al estadounidense Timothy Dolan (75), al neerlandés Wilhelm Eijk (71), al húngaro Peter Erdo (72) y al sueco Ander Arborelius (75).

Timothy Dolan, opositor al papa Francisco y cercano a Donald Trump - Arzobispado de Nueva York

Dolan es un caso particular, dado que en el cónclave anterior trabajó para la candidatura de Bergoglio a la espera de que el argentino fuera más "manejable".

Es el favorito al papado del presidente Donald Trump, quien ya hizo lobby para que Dolan sea el futuro secretario de Estado del Vaticano en el hipotético caso de que el elegido sea otro purpurado de la línea conservadora.

Muchos nombres, poco candidatos

A poco menos de tres días del inicio del cónclave, de la rosca previa de los cardenales no surge un papable claro y la lista de nombres sigue siendo larga en los tres grupos en los que se abroquelan los probables sucesores de Bergoglio. La posibilidad de un tapado o una sorpresa sólo podría salir a la luz recién con el correr de los días y tras al menos ocho votaciones sin consenso.

Los kingmakers enfrentan una elección histórica: consolidan el camino iniciado en 2013 o habilitan un retorno al modelo pre-Francisco.

"Si elegimos por miedo, traicionaremos al Espíritu", advierte Maradiaga. El fantasma de una restauración inquieta tanto como la posibilidad de un salto sin red hacia el futuro.

Cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco - Vatican Media

En este contexto, la figura de Sandri no sólo se destaca por su habilidad negociadora, sino por su capacidad de traducir el lenguaje de poder de la Curia a los tiempos de cambio. Su rol no es menor: es él quien busca al pastor que, como pidió Francisco, “huela a humanidad”.

Mientras la Capilla Sixtina espera el humo blanco, los pasillos vaticanos están en ebullición y, aunque en la Iglesia se asegura que "la última palabra la tiene el Espíritu Santo", los kingmakers siguen trabajando a destajo para posicionar un candidato antes del inicio del cónclave.

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