El sábado 12 de septiembre de 2015 se llevó a cabo en la Catedral de Buenos Aires la misa anual de la Renovación Carismática Católica (RCC) porteña. Y a continuación se la enlazó con una invitación a rezar por la Argentina impulsada por C.R.E.C.E.S., Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos por el Espíritu Santo.
La misa fue presidida por el cardenal primado de la Argentina, Mario Aurelio Poli, y concelebrada por el obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario para la Pastoral monseñor Enrique Eguía Seguí y casi una veintena de sacerdotes.
Recuerdo cordial del padre Ibáñez Padilla SJ
El pasado miércoles 9 de septiembre falleció el impulsor de la Renovación Carismática en la Argentina, el sacerdote jesuita Alberto Ibáñez Padilla. Su recuerdo estuvo presente en la eucaristía que hizo desbordar de fieles el templo mayor de Buenos Aires.
Llamado de Francisco
Antes de iniciarse la misa, hicieron memoria agradecida del padre Alberto varios referentes de la RCC y C.R.E.C.E.S que lo conocieron y experimentaron su fidelidad al Evangelio, la obediencia a sus superiores y su alegre carisma al servicio: Julia Torres,Pino Scafuro, P. Fernando Gianetti y el pastor evangélico Jorge Himitian. “Hemos recibido una llamada ─indicó ante una catedral colmada de fieles Julia Torres─: el Papa Francisco está espiritualmente con nosotros, nos bendice y recuerda con profundo afecto al padre Alberto”.
Persecución en Siria: Testimonio Hermana Guadalupe
Un momento muy emotivo lo encarnó el testimonio de la hermana Guadalupe Rodrigo, misionera argentina en Medio Oriente ─de la familia del Verbo Encarnado, Instituto de Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará─ desde hace 18 años. “Desde hace 4 años vivimos codo a codo con los mártires de nuestro tiempo, los que el Espíritu Santo sigue suscitando”.
Homilía Cardenal Poli: Seguir a Jesús, aceptar la cruz y cirenear
Algunos fragmentos de la homilía:
(…) “Y este reino [Jesús] lo anunciaba entonces con gestos, milagros y palabras que llegaban al corazón y arrancaba de los oyentes la expresión: ‘este sí que habla como quien tiene autoridad’. A este le creemos y lo seguimos.”
(…) “Cuando Jesús anuncia su pasión revela quién es, verdaderamente quién es Jesús: el que cumple la voluntad de Padre hasta beber el cáliz que le dio a beber el Padre en la noche aciaga de su pasión. Padecer, morir en la cruz y resucitar.”
(…) “Seguirlo [a Jesús] no es una actitud de ponerse a la cola, el seguimiento es una antigua institución de la Iglesia. Es no sacarle el cuerpo, no hacernos los distraídos cuando tenemos que hablar de Jesús, seguirlo significa misionar, evangelizar. Seguirlo significa también dar la cara por Él, no arrugarme, no ser pusilánime, cuando se trata de defensa del evangelio, con humildad.”
Durante la comunión, fueron dos cantantes coreanas, vestidas según las ancestrales tradiciones de su cultura, quienes animaron a los fieles a acercarse al altar: la artista plástica Regina Jung Jin Young y la actriz An Ra Chung, protagonista de la película "Una canción coreana".
Al finalizar la misa y antes de cruzar la plaza para participar de la oración por la Argentina organizada por C.R.E.C.E.S., el cardenal Poli recibió la bendición de la asamblea y los sacerdotes presentes, del mismo modo que en su momento la recibiera el cardenal Jorge Bergoglio.
Sobre un escenario montado ad hoc, con música en vivo, mirando hacia el Cabildo porteño, el padre Adrián Santarelli animaba con cantos a las personas que se fueron acercando a participar de este momento de oración por la Argentina promovido por C.R.E.C.E.S.
Uno a uno, varios referentes de C.R.E.C.E.S. y adherentes a este impulso ecuménico renovado en el Espíritu Santo, guiaron la oración comunitaria: Pino Scafuro, hermana Guadalupe, José Luis Piccone, Elba Somoza, P. Fernando Gianetti, pastor Jorge Himitian, pastor Omar Cabrera Jr., Ángel Negro, Amalia Quiroga, Luis Leal, Sebastián Golluccio.
Se rezó por los excluidos, destacando “el privilegio de rezar unidos”, por la niñez en riesgo en toda la Tierra, para que todo argentino “sea respetado, amado, querido por poseer la dignidad de hijo de Dios”. Se agradeció “este país fantástico, esta tierra próspera que puede producir alimentos para miles de millones de personas”. El pastor Himitian destacó que “es una fecha apropiada para rezar por nuestro país, por las futuras autoridades que serán elegidas para regir los destinos de nuestra nación”. “¿Qué vamos a pedir hoy?”, preguntó Himitian: “que se haga su reino aquí en la Tierra”. Y lanzó una reflexión que se llevó todos los aplausos: “¿Cómo sería este país sin narcotraficantes y trata de personas? ¿Es una utopía? Sí, pero para Dios no hay utopías”.
A su turno, el cardenal Mario Poli oró con la multitud: “Hoy estamos juntos los cristianos que creemos en la fuerza poderosa de la oración. Hay mucha gente orante en las casas, los talleres, las oficinas, cárceles, los hospitales, el transporte público… No estamos solos. Unimos nuestras voces por los que amamos la patria. El gran pecado de la Argentina es la falta de fraternidad, de no reconocernos como hermanos. A veces nos tratamos como enemigos, mesas de diálogo que parecen batallas… Recemos para que Dios nos dé un corazón pacífico, de cultura de encuentro. Quiero sumarme a la oración del pueblo orante, que asuma el compromiso por bien común”. Y todos rezaron el Padrenuestro.
El padre Adrián Santarelli hizo la oración final: “Lleven la bendición y que la vida de mi hermano sea una bendición. Somos seres humanos en construcción. Este mundo es casa de todos y lo hacemos con amor. Amén, aleluia, gloria a Dios”.
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