La localidad cordobesa de Sampacho conmemora hoy el centenario de la declaración pontificia de “Nuestra Señora de la Consolata” como Patrona de la localidad. A las 16 hs. habrá una solemne procesión con la imagen mayor de “La Consolata”. El obispo Adolfo Uriona presidirá la Misa.
El hecho de que el sur de Córdoba pudiera conocer la advocación de la Virgen de La Consolata, nace un 9 de julio de 1905 con la llegada desde Turín (Italia) del sacerdote Juan Mauricio Cinotto, quien fuera segundo párroco de Sampacho y motor e impulsor de la devoción a La Consolata.
El padre Juan trajo consigo una réplica del milagroso cuadro que se venera en Turín. Por esos años la mayoría de los colonos eran de origen italiano por lo que en las misas rezadas en latín, el párroco pronunciaba sus homilías en italiano y en castellano. En 1911 se produce la llegada de la gran imagen de La Consolata, obra de madera creada por los hermanos Borgogno -de la misma ciudad de Turín-, la cual pesa 1.300 kilos y es transportada por más de 30 hombres.
Pero la llegada de la Virgen cambió principalmente los sentimientos de aquellos rudos colonos, quienes se sentían protegidos y consolados lejos de su tierra por esta devoción. Atrás había quedado el patronazgo de los “Santos Ángeles Custodios”, como había sido hasta entonces.
El 28 de abril de 1915, por pedido del mismo Cinotto, el Santo Padre Benedicto XV la declara Patrona del pueblo de Sampacho.
Sin perder la línea invariable del hombre capacitado para realizar una misión superior y despertando energías sin escatimar esfuerzos, el P. Juan acarició dulcemente un anhelo que a la vuelta de algunos años convertiría en realidad: construir un templo que fuera el orgullo de la región en especial de los sampachenses. Ayudado de algunos feligreses, juntando centavos tras centavos, transformó la capilla en un hermoso y elegante santuario que luego albergaría a la Santísima Madre de Dios bajo el suave nombre de Consoladora.
Por eso a las 16 hs. habrá una solemne procesión con la imagen mayor de “La Consolata” precedida de la Misa que el obispo de Rio Cuarto, Mons. Adolfo Uriona, celebrará en el Santuario junto a los fieles, autoridades civiles, políticas y religiosas.
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