Santos y beatos argentinos, ¿cuántos hay y quienes son?

Santos y beatos argentinos, ¿cuántos hay y quienes son?

Un repaso por algunas de las historias que encarnan los valores católicos y son referentes de la devoción hacia Dios.

Tras la santificación de Artémides Zatti, la curiosidad (y por supuesto la fe) nos lleva a preguntar acerca de la cantidad de figuras religiosas argentinas que son veneradas.

Al margen de San Zatti, existen otros dos santos que marcaron nuestra historia. El primero fue Héctor Valdivielso Sáez. Miembro de los hermanos lasallanos, el religioso nació en 1910 (en Buenos Aires), pero cuatro años después se mudó junto a su familia a España.

Cuando ya se hallaba en pleno ejercicio de la fe, su vida acabó demasiado rápido. En el contexto de caos político que antecedió a la guerra civil española, Valdivielso Sáez fue asesinado el 9 de octubre de 1934; durante la Revolución de Asturias.

El papa Juan Pablo II procedió a su canonización en 1999.

A él le siguió la santificación de José Gabriel Brochero. También conocido como el cura gaucho, el presbítero nació en 1840 (en Córdoba) y desempeñó sus funciones en la Catedral principal y en diferentes localidades de Traslasierra.

Una de sus mayores reconocimientos pasa por la atención continua que profesó a los enfermos de cólera en 1867. Años después, en 1869, el sacerdote se asentó en la localidad de Villa del Tránsito para desempeñar sus funciones allí.

En un relato de completa entrega, Brochero construyó iglesias, capillas y escuelas y abrió caminos entre las montañas para transitar. Llegado a la vejez, el padre Brochero enfermó de lepra debido a su constante contacto con quienes padecían la enfermedad. Las anécdotas que hoy perpetúan sus hazañas, incluyen episodios en los cuales compartía incluso mate con ellos.

Como consecuencia de este hecho, el santo perdió su visión y quedó sordo. Dos años después de su fallecimiento, los ciudadanos de Villa del Tránsito decidieron cambiar el nombre del lugar y denominarse Cura Brochero en honor a él.

La lista

Nuestro registro también cuenta con beatos que nacieron en el país. Entre ellos se destacan:

- María del Tránsito Cabanillas: perteneció a la Tercera Orden de San Francisco y fue fundadora de las Hermanas Misioneras Terciarias Franciscanas. La monja dedicó sus años al cuidado de los infantes; a quienes acogió y educó en su instituto. María del Tránsito Cabanillas fue beatificada en 2002 por el papa Juan Pablo II.

- Ceferino Namuncurá: de origen mapuche este joven perteneció a la comunidad salesiana. A la corta edad de 18, murió de tuberculosis; enfermedad que contrajo mientras se hallaba en Italia. El santo indio fue beatificado en 2007 por el papa Benedicto XVI.

- María Crescencia Pérez: la monja perteneció a la congregación del Noviciado de las Hermanas del Huerto. Su deceso ocurrió luego de contagiarse de una enfermedad pulmonar a raíz del cuidado de los enfermos y desprotegidos. Fue beatificada en 2012 por el papa Benedicto XVI.

- María Antonia de Paz y Figueroa: Mamá Antula fue una monja santiagueña de la Compañía de Jesús. En 1773 luchó contra la expulsión de la orden y viajó por diferentes ciudades para realizar marchas evangelizadores. Fue beatificada en 2016 por el papa Francisco.

A los beatos nombrados se le suman Catalina de María Rodríguez (fundadora de la Congregación de las Hermanas Esclavas), Fray Mamerto Esquiú y el obispo Enrique Ángel Angelell. Todos proclamados beatos por el papa Francisco.

Para completar el registro, existen 51 personalidades religiosas que fueron convertidas en Siervo de Dios. Al margen, existen alrededor de 14 peticiones públicas para iniciar procesos de beatificación. En este apartado ingresa el padre Martín Martín Martín Tereso.

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