Resonancias de la visita del papa Francisco a Bolivia

Resonancias de la visita del papa Francisco a Bolivia

Análisis de monseñor Percy Galván, obispo prelado de Coro-Coro

Monseñor Precy Lorenzo Galván Flores, obispo prelado de Coro-Coro, en Bolivia, comparte con Noticelam sus percepciones sobre el significado de las palabras y los gestos del papa Francisco durante su visita al país, del 8 al 10 de julio de 2015.

Hemos vivido la visita apostólica con mucha emoción, esperanza y, sobre todo, en un ambiente de mucha fraternidad. El Papa se ha dirigido a todo el pueblo boliviano aunque sólo ha visitado tres ciudades, su mensaje ha sido para todo el pueblo boliviano y, específicamente, para algunos sectores que trabajamos al interior de nuestra Iglesia.

Podremos decir, a nivel general, que en todo el pueblo boliviano se ha percibido un entusiasmo nuevo en el despertar de la sensibilidad religiosa. Eso se notaba en las calles, en las celebraciones. Ese fervor religiosos ha sido estimulado por la presencia del Papa.

Posteriormente, a partir de esta presencia, como Iglesia nos hemos propuesto valorar y darle un nuevo sentido al diálogo y la unidad que debe tener nuestro país. Además, el Papa se ha dirigido propiamente a los agentes de pastoral laicos. Eso ha sido muy interesante y conversando con ellos decían que han recibido mucha “dosis”, para decir el Papa nos ha inyectado una dosis grande, renovada y revitalizada, para un compromiso mayor en el servicio pastoral, y con esas características de humildad, de alegría, de entusiasmo, y de entrega desinteresada que él comunica. Eso ha calado mucho en los agentes de pastoral. 

También el Papa se ha dirigido a los movimientos sociales y populares, reunidos en un encuentro mundial en Santa Cruz, y realmente ha sido impactante. Muchos de los hermanos que han participado decían que era la primera vez que comprendían lo que es propiamente el aporte de la fe en todo aquello que buscan. Y es verdad, decían, “buscamos la justicia, defendemos la cuestión ecológica, proponemos mejores condiciones de vida, pero ahora hemos comprendido qué es lo que añade la fe”. Eso ha sido importante y el Papa ha insistido que todo lo que los movimientos sociales buscan está bien, pero está incompleto si no lo iluminamos con la Palabra de Dios. Eso ha sido clarito, el Papa lo ha explicado en sus propias palabras, en su estilo tan “Sui Generis”, para que gente sensible y de distintos idiomas capte esta realidad. Yo creo que esto, a nivel de estos movimientos sociales, se va a irradiar a todo el mundo. 

Y finalmente, a la jerarquía nos ha replanteado nuestro ministerio a la luz de Jesús, el Buen Pastor. Es importante que los agentes de pastoral no olvidemos nuestro origen. La mayoria de los agentes de pastoral, consagrados, sacerdotes, obispos, diáconos, somos de un ambiente rural, sencillo, humilde y pobre. Por lo tanto nosotros no tenemos que hacer mucho esfuerzo en nuestra opción por los pobres: ¡somos pobres!, solamente nos toca vivir con autenticidad. Con relación a esto nos ha recordado que tratemos con sumo respeto a las personas que se acercan a nosotros y piden nuestro servicio consagrado. Debemos hacerlo no solamente con respeto, sino con entusiasmo, con alegría, con pasión, amando aquello que somos y aquello que hacemos. Somos personas consagradas, estamos llamados a hacer presente el amor de Dios en medio de nuestras comunidades, y este amor es particularmente bello, en la medida que nos sintamos simplemente instrumentos de este amor, que no radica en nosotros, en nuestro conocimiento, en nuestra formación, en nuestra apariencia externa, sino en que lo nuestro se opaque para que brille la luz de Cristo en medio de nuestras comunidades. Yo creo que ese ha sido lo más fuerte, el mayor impacto de su paso entre nosotros.

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