Reflexión de Mons. Hector Aguer en “Claves Para Un Mundo Mejor”: “Futbol, Negocios Y Codicia”

Reflexión de Mons. Hector Aguer en “Claves Para Un Mundo Mejor”: “Futbol, Negocios Y Codicia”

Enel programa “Claves para un Mundo Mejor”, que se emite por CANAL 9, a las 9 horas, Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata, relacionó el futbol con los negocios y la codicia.

Por “Claves para un Mundo Mejor”  

Comenzó comentando los orígenes del futbol y recordó que “en Inglaterra fue donde se conformaron las primeras ligas y en 1904 varios países europeos fundaron la FIFA. El nombre seguramente les suena, porque ha sido protagonista de hechos de mucha actualidad: casos tremendos de corrupción. Y en la AFA también porque los argentinos no nos podemos quedar atrás en materia de afanos”. 

Se preguntó “¿en qué nos hace pensar todo esto?” y señaló que “el fútbol, esa pasión que mueve multitudes nos lleva a pensar que detrás hay un gran negocio. Ya se sabía algo de esto y a muchos les llama la atención que un jugador cueste tanto dinero, que se compran y se vendan los jugadores; pero que se compren y se vendan los partidos, que se compren y se vendan los campeonatos y los mundiales, eso sí que es algo inconcebible”. 

“FIFA, AFA, y otras siglas nos están hablando de negocios, y además de negocios turbios. ¿Cómo es posible que el mundo de los negocios se introduzca en todo, aun en el deporte, que debiera ser algo tan espontáneo, tan sencillo, tan noble. Me hace pensar en el potrero, lugar elemental del fútbol. Habría que volver al potrero de la esquina, aunque hoy ya casi no queden potreros en las esquinas, pero lo que quiero plantear es si esa práctica natural y espontánea del fútbol no podría inspirar hoy en día a los equipos, a los grandes partidos, a los encuentros internacionales y si aquella actitud elemental de desinterés no podría ser asumida por aquellos que dirigen toda esa organización complicada que abarca el mundo entero”, indicó el Arzobispo de La Plata. 

También explicó que el Papa Francisco habló reiteradas veces “acerca del problema del afán excesivo de los negocios, de la codicia. La codicia pierde al hombre” afirmando que la codicia “es la sed de ganar dinero. Todo es el dinero. ¿Cómo es posible que el mundo del fútbol repose sobre el poder el dinero? Podríamos pensar que tantas cosas, desgraciadamente, en el mundo de hoy, reposan sobre el dinero”. 

Mons. Héctor Aguer manifestó que hacía esta reflexión porque cree que “esta vuelta al potrero” puede “aplicarse, como una parábola, a otras muchas cosas, a tantas actividades de la vida humana y a tantas otras realidades nacionales e internacionales. ¿La política, hoy, no es un negocio también? ¡Tantas cosas son negocio! No quiero decir con esto que volvamos a la época del canje, pero la codicia, el amor al dinero corrompe todo”. 

Finalmente dijo: “¿Cómo son compatibles el amor al dinero con el amor sincero al prójimo, con el amor a Dios, con el ejercicio de una normal y decente condición humana? Los escándalos recientemente conocidos de la FIFA y la AFA nos hacen recordar que desgraciadamente el dinero pierde al hombre. ¿Y detrás del afán al dinero quién está? El Diablo”. 

Adjuntamos el texto completo de la alocución televisiva de Mons. Héctor Aguer: 

“¿Saben ustedes cual es el origen del fútbol? ¿Dónde se inició, y cuándo esta gran pasión nacional? Si uno revisa las grandes enciclopedias ve que los autores no se ponen de acuerdo. Algunos dicen que tiene su origen en China, otros en Japón; que en Grecia y en la Roma Clásica se jugaba a algo que se parecía al fútbol; que los romanos lo llevaron a la Britania de entonces, de modo que al fútbol actual se le atribuye un origen inglés”. 

“De hecho en Inglaterra fue donde se conformaron las primeras ligas y en 1904 varios países europeos fundaron la FIFA. El nombre seguramente les suena, porque ha sido protagonista de hechos de mucha actualidad: casos tremendos de corrupción. Y en la AFA también porque los argentinos no nos podemos quedar atrás en materia de afanos”. 

“Ahora bien: ¿en qué nos hace pensar todo esto? El fútbol, esa pasión que mueve multitudes nos lleva a pensar que detrás hay un gran negocio. Ya se sabía algo de esto y a muchos les llama la atención que un jugador cueste tanto dinero, que se compran y se vendan los jugadores; pero que se compren y se vendan los partidos, que se compren y se vendan los campeonatos y los mundiales, eso sí que es algo inconcebible”. 

“FIFA, AFA, y otras siglas nos están hablando de negocios, y además de negocios turbios. ¿Cómo es posible que el mundo de los negocios se introduzca en todo, aun en el deporte, que debiera ser algo tan espontáneo, tan sencillo, tan noble. Me hace pensar en el potrero, lugar elemental del fútbol. Habría que volver al potrero de la esquina, aunque hoy ya casi no queden potreros en las esquinas, pero lo que quiero plantear es si esa práctica natural y espontánea del fútbol no podría inspirar hoy en día a los equipos, a los grandes partidos, a los encuentros internacionales y si aquella actitud elemental de desinterés no podría ser asumida por aquellos que dirigen toda esa organización complicada que abarca el mundo entero”. 

“El Papa Francisco ha hablado reiteradas veces acerca del problema del afán excesivo de los negocios, de la codicia. La codicia pierde al hombre y ¿qué es la codicia? Es la sed de ganar dinero. Todo es el dinero. ¿Cómo es posible que el mundo del fútbol repose sobre el poder el dinero? Podríamos pensar que tantas cosas, desgraciadamente, en el mundo de hoy, reposan sobre el dinero”. 

“Pero esta reflexión que les sugiero hoy y “esta vuelta al potrero” podría aplicarse, como una parábola, a otras muchas cosas, a tantas actividades de la vida humana y a tantas otras realidades nacionales e internacionales. ¿La política, hoy, no es un negocio también? ¡Tantas cosas son negocio! No quiero decir con esto que volvamos a la época del canje, pero la codicia, el amor al dinero corrompe todo.” 

“¿Cómo son compatibles el amor al dinero con el amor sincero al prójimo, con el amor a Dios, con el ejercicio de una normal y decente condición humana?”. 

“Los escándalos recientemente conocidos de la FIFA y la AFA nos hacen recordar que desgraciadamente el dinero pierde al hombre. ¿Y detrás del afán al dinero quién está? El Diablo.”.

Comentá la nota