Referentes de Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe trazan itinerario de apropiación del texto de la Asamblea Eclesial

Referentes de Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe trazan itinerario de apropiación del texto de la Asamblea Eclesial

“Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”, es el texto que recoge los desafíos resultantes de este evento que reunió a clero, vida religiosa y laicado en 2021, atendiendo el llamado del Papa Francisco de retomar la Conferencia de Aparecida (2007).

 

En pos de seguir el camino de apropiación de este texto, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) ha creado una comisión ampliada con representantes de las 22 Conferencias Episcopales del continente.

Monseñor Lizardo Estrada, secretario general del Celam, señaló que el objetivo es “aterrizar el texto” con apoyo de estos referentes para que llegue a todas las Conferencias Episcopales como también a todas las comunidades.

“Si es cierto que el Sínodo de la sinodalidad está en desarrollo también tenemos este proceso, que busca alimentar este camino. Nosotros en América Latina tenemos nuestra identidad ante la petición del Papa Francisco de realizar esta primera Asamblea Eclesial”, ha dicho.

Destacó que “muchos de ustedes han participado tanto de la Asamblea Eclesial como del Sínodo, por eso, estamos convencidos que con su apoyo lograremos llegar a muchos y les agradezco por su disponibilidad”, toda vez que “pedimos al Espíritu nos guíe para que este texto podamos vivirlo de cara al 2031-2033 con el Jubileo Guadalupano y el Jubileo de la Redención”.

Distribuidos en dimensiones

Este primer encuentro fue propicio para aplicar la metodología de la conversación espiritual, utilizada en las fases diocesana, continental y global del Sínodo 2021-2024. Al respecto. el padre Pedro Brassesco, secretario general adjunto del Celam, señaló que han dividido a los participantes en seis grupos de acuerdo con las dimensiones del texto de la Asamblea Eclesial.

De tal forma, participantes de distintas vocaciones y nacionalidades, fueron distribuidos así: dimensión kerigmática y misionera, dimensión profética y formativa, dimensión espiritual, litúrgica y sacramental, dimensión sinodal y participativa, dimensión sociotransformadora y dimensión ecológica.

“La perspectiva de seguimiento es la siguiente: se crea una comisión más amplia para que podamos avanzar en la implementación de las propuestas de la Asamblea Eclesial. Muchas de ellas ya coinciden con actividades y acciones que se realizan en cada uno de los países, lo que buscamos es sumar”, indicó.

Perspectivas 2023-2024

Los participantes hicieron un repaso del camino de apropiación iniciado en octubre de 2022, cuando la entonces presidencia del Celam, con monseñor Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo, al frente, presentó al Santo Padre este documento.

En su momento indicaron “no se trata de lineamientos, ni un plan, ni de conclusiones, sino de un texto que recogió las voces del proceso de escucha en la Asamblea Eclesial y a la que cada miembro del Pueblo de Dios está llamado a integrar a partir de su propia realidad”.

Así durante 2022 y 2023 se realizaron diferentes actividades para “dar a conocer este material” con las diversas vocaciones de la Iglesia. Se organizaron conversatorios, retiros de cuaresma y pascua, junto con un itinerario espiritual recogido en 15 subsidios alegóricos a este tiempo litúrgico.

Por ahora, en esta primera reunión se han recogido las voces, cada participante ha expresado su punto de vista y escuchado el del otro para “a partir de aquí trazar un itinerario de apropiación que responda a la realidad de las Iglesias locales”.

Se tiene previsto “tender puentes con diferentes organizaciones, grupos, experiencias” vinculadas con las dimensiones a fin de organizar encuentros para dar a conocer el texto en lo que rsta de 2023 y todo 2024.

También tienen muy presentes el segundo aniversario de la Asamblea Eclesial y el Sínodo 2021-2024, con un itinerario espiritual y formativo, que complemente (y nutra) el actual camino sinodal.

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