Prioridades y objetivos de la Pastoral Social

Prioridades y objetivos de la Pastoral Social

Los días 17, 18 y 19 de abril se llevó a cabo en la sede porteña de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) el Encuentro Anual de Delegados Diocesanos de Pastoral Social organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas) y de la que participaron unas treinta diócesis del país.

Fue un espacio para compartir experiencias sobre lo actuado y sobre los temas que preocupan y aparecen con más frecuencia: la lucha contra las drogadependencias, la trata de personas, la explotación laboral, entre otros.

Los días 17, 18 y 19 de abril se llevó a cabo en la sede porteña de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) el Encuentro Anual de Delegados Diocesanos de Pastoral Social organizado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas) y de la que participaron unas treinta diócesis del país. 

El viernes 17 por la tarde se reunieron los obispos de la Cepas, los delegados regionales y de espacios vinculados con esta pastoral específica como el Programa Nuevos Dirigentes, la Comisión de Drogadependencia y la Comisión Nacional de Justicia y Paz. Se compartieron las miradas particulares sobre el trayecto realizado durante 2014, los temas que aparecen con más frecuencia, las preocupaciones y las actividades de distintos equipos. 

El sábado 18 se repartió entre las intervenciones centrales del licenciado Daniel Arroyo, quien se refirió a la realidad social argentina, su complejidad, problemáticas, y monseñor Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno y referente para la Pastoral de Drogadependencia, quien planteó los desafíos pastorales emergentes de esta realidad. Luego de un espacio de reflexión grupal por regiones, monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú y presidente de la Cepas, abordó el tema “Doctrina y acciones de la Pastoral Social. Qué es la Pastoral Social”. 

Monseñor Maletti advirtió que el narcotráfico se reconoce como “el azote contundente que vulnera a los jóvenes para insertarse en los empleos”, llamó a recuperar la participación social y política para promover la inclusión, consideró que hay que luchar contra el tráfico de personas y el abuso y explotación de menores en los ámbitos rurales, y reclamó que el tema de la trata de personas y la violencia contra la mujer estén presentes en el armado de las pastorales del sector. 

A su turno, monseñor Lozano sostuvo que es necesario aportar el punto de vista de la Iglesia sobre temas preocupantes y que requieren una palabra de iluminación: juegos de azar, cuestiones medioambientales, violencia, droga, tierra, entre otros. Estimó también que hay que fortalecer el acompañamiento pastoral y espiritual de aquellas personas que están dedicadas a la acción social y política. Asimismo, destacó la vinculación con organismos de Derechos Humanos y el trabajo de la Comisión Nacional de Justicia y Paz en la lucha contra la trata de personas. 

Monseñor Casaretto reflexionó acerca de las Semanas Sociales e hizo un recorrido por la historia de la Iglesia en la Argentina. “Es importante valorar este espacio, especialmente los jóvenes: tienen que encontrarse, allí se les clarifican aspectos de la fe, en el medio de la cultura hedonista y reduccionista, se pueden vivir momentos de resurrección, luminosos”, sostuvo. 

De estas jornadas participaron también monseñor José Vicente Conejero, obispo de Formosa y delegado de la Región Nordeste (NEA) para la Pastoral Social, y monseñor Néstor Navarro, obispo emérito de Alto Valle, quien presidió la misa de sábado por la tarde.

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