Primeros pasos en la Causa de Canonización de la madre Elmina Paz-Gallo

Primeros pasos en la Causa de Canonización de la madre Elmina Paz-Gallo

Con un edicto firmado por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, comenzó la fase diocesana en la Causa de Canonización de Elmina Paz Gallo.

 

El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, firmó el edicto de apertura de la Causa de Canonización de la madre Elmina Paz Gallo, fundadora de las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús.

Quien hace el pedido en nombre de la Congregación es el postulador de la causa, fray  Gianni Festa OP, de la Orden de Predicadores, que vive en Roma. 

En ese marco, el viernes 31 de julio a las 18 se desarrollará un conversatorio titulado “Elmina vista por sus contemporáneos”, a cargo del presbítero Marcelo Ariel Lorca, delegado episcopal, y de la hermana Alejandra Elbaba, vicepostuladora de la causa. Será transmitido a través de La página de Facebook y en la plataforma Zoom. ID de reunión: 883 0352 9773. Código de acceso: 016600.

El edicto de monseñor Sánchez que da inicio a la fase diocesana se dará a conocer en la Eucaristía de acción de gracias que se celebrará en la Capilla del Dulce Nombre, de la capital tucumana, el sábado 8 de agosto a las 20, y que será transmitida a través del Canal de YouTube de las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús , la página de Facebook de la Arquidiócesis de Tucumán, la página de Facebook de la Congregación de Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús .

Se trata del primer paso del proceso de canonización, que consiste en la investigación de las virtudes heroicas, fama de santidad y signos de la Sierva de Dios Elmina Paz. 

El edicto hace público el Supplex Libellus (documento de súplica) e invita a todo el pueblo de Dios a aportar información útil a la Causa. Esta información, de cualquier género, sean testimonios personales o privados por escrito, o fotocopias autenticadas de documentos o cartas, pueden ser enviadas a las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús, (Rivadavia 945, San Miguel de Tucumán) de lunes a viernes de 9 a 12.30.

“Mi casa será la de ellos”

El sentido de postular a la Madre Elmina para que su nombre esté entre los Santos de la Iglesia radica en el deseo de dar a conocer la vida de esta gran mujer tucumana para que sea inspiración evangélica para todo el Pueblo de Dios. 

Elmina Paz fue valorada en su santidad por sus contemporáneos y, desde su muerte, el reconocimiento de su vida virtuosa se ha mantenido hasta hoy. De manera espontánea y constante la gente continúa encomendándose a ella como intercesora de la gracia divina. 

Las palabras, las obras y los gestos de Elmina siguen siendo fuente de inspiración para seguir a Jesucristo en nuestro tiempo, motivando la vida de fe, el compromiso educativo y la solidaridad con los más vulnerables de nuestra sociedad. Es de vital importancia presentar, difundir y proponer como camino de santidad a una mujer que vivió como laica, esposa y madre durante 29 años, y luego 24 años como religiosa dominica. 

Esta amplitud de la experiencia espiritual de Elmina, es inspiración para mujeres y varones que viven el seguimiento de Jesús, abrazando distintos estados de vida.

Sobre Elmina Paz

Elmina Paz nació en San Miguel de Tucumán el 10 de septiembre de 1833 y falleció en esa ciudad el 2 de noviembre de 1911. En sus exequias, el padre Ángel María Boisdrón OP, su director espiritual y confesor, destacó la integridad de vida de Elmina, quien se entregó totalmente por la causa del Evangelio. La repercusión de su vida no fue sólo en Tucumán sino en la Argentina, donde quedó plasmada en numerosos artículos de diferentes periódicos del país, que confirmaron su fama de santidad.

Hija de Manuel Paz y Dorotea Terán, contrajo matrimonio a la edad de 24 años en 1857, con Napoleón Gallo, hombre de fuerte militancia política. Fruto de este matrimonio nació su hija María Jesús, quien murió a los tres años de edad. Enviudó el 1 de junio de 1886.

Elmina se caracterizó por un profundo sentido de solidaridad, su casa estaba abierta a todo pobre, se preocupaba por cada abandonado de la sociedad, mendigos, enfermos, ancianos y huérfanos. Se comprometió en numerosas asociaciones caritativas, con gran protagonismo. Mientras vivió en Santiago del Estero, participó en las asociaciones ligadas a la Orden Dominica, especialmente la Tercera Orden Seglar. Al trasladarse a Tucumán, colaboró con la Sociedad de Beneficencia, lo que le permitió asumir responsabilidades con los más desprotegidos de la sociedad. A su vez, integró la Tercera Orden Seglar dominicana de Tucumán, espacio en el que interactuó con fray Ángel María Boisdrón, quien se convertiría en su confesor y director espiritual y luego cofundador de la congregación religiosa que fundaron en Tucumán. 

El verano de 1886-87 encontró a Tucumán en una crisis sanitaria provocada por la epidemia del cólera que afectó a toda la población, especialmente a los sectores más vulnerables. La urgencia por encontrar un lugar adecuado para atender a los huérfanos, motivó al padre Boisdrón a solicitar ayuda para los niños a Elmina Paz de Gallo, quien a pesar de su reciente viudez no dudó en disponer de sus bienes, transformar su vivienda para acoger a los necesitados y aún más, asumir personalmente el cuidado de los huérfanos.

Cuando Elmina Paz dio inicio a su obra y transformó su vivienda en asilo el 28 de diciembre de 1886, respondió mucho más de lo esperado. “No sólo con mi dinero sino con mi vida toda ayudaré a estos niños huérfanos. Mi casa será la de ellos”, fueron las palabras que dirigió a fray Boisdron, expresando el deseo más profundo de su corazón. Este primer asilo de huérfanos de la provincia, sumaba en febrero de 1887 casi un centenar de niños y niñas. 

La experiencia caritativa de Elmina y de las primeras mujeres que la acompañaron fue tan fuerte que decidieron optar por una vida consagrada a Dios y los más necesitados. Esto dio origen a la fundación de la congregación de Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús, el 17 de junio de 1887. La Congregación fue afiliada a la Orden Dominicana el 4 de julio de 1888 y aprobada por la Santa Sede el 7 de septiembre de 1910.

El museo-archivo Elmina Paz Gallo, lugar de su memoria, fue inaugurado en mayo de 2006. Se trata de un museo de sitio, ya que se encuentra en la habitación donde vivió Elmina y en donde se pueden observar los objetos que le pertenecieron y nos hablan de su vida y misión. 

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