El primer baño de multitudes del Papa en la JMJ de Cracovia

El primer baño de multitudes del Papa en la JMJ de Cracovia

Francisco llega al parque de Blonia a bordo de un tranvía ecológico en comapañía de un grupo de jóvenes con diferentes enfermedades. Medidas de seguridad, lluvia y banderas de todo el mundo

IACOPO SCARAMUZZI

El Papa se dio su primer baño de multitudes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Cracovia en el parque de Blonia, cerca del centro de la ciudad, a donde llegó a bordo de un tranvía ecológico en compañía de un grupo de jóvenes con diferentes enfermedades. 

Un “tanvía del Papa” (decía el vehículo en la marquesina luminosa en lugar del número de la línea), con los colores del Vaticano, blanco y amarillo, esperó a Francisco frente a la sede del arzobispado de Cracovia. Jorge Mario Bergoglio, en compañía del organizador de los viajes, monseñor Mauricio Rueda Beltz, y del cardenal arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, histórico secretario personal de Juan Pablo II, salió a las 17 horas entre una multitud de aplausos y las notas de una banda militar, que tocaba detrás de las vallas de seguridad. El alcalde de Cracovia le entregó las llaves de la ciudad a Francisco, quien después abordó el tranvía en donde encontró a un grupo de jóvenes con diferentes enfermedades que lo acompañaron durante su recorrido hacia la ceremonia de acogida de la JMJ. 

Bajo una lluvia fina pero constante, llegaron durante el día al parque de Blonia, cubiertos con impermeables de todos colores, más de 300 mil jóvenes de 187 países. Cada grupo lleva la propia bandera nacional: hay muchos de Polonia, evidentemente, pero también hay grupos numerosos de Italia, España, Francia, Portugal, Estados Unidos, Líbano, Noruega, Croacia, Eslovaquia, Mozambique, Georgia, Canadá. También se aprecian banderas de Israel, China, Ecuador, Grecia, Brasil, en donde fue la última JMJ en 2013, y de Panamá, en donde podría llevarse a cabo la próxima JMJ, dentro de tres años. Incluso se veía una bandera de Ferrari. En primera fila, los obispos y los cardenales con paraguas blancos. Francisco fue acogido por coros, cantos y bailes; la orquesta incluso tocó un tango entre las melodías del este de Europa. 

La seguridad para la visita del Papa a Polinia fue preparada con mucho cuidado. Las fuerzas del orden polacas indicaron que se han revisado 20 mil personas desde el día anterior a la llegada de Francisco; 226 personas han sido detenidas en las fronteras, después de un refuerzo de la vigilancia. Se trataba de personas sin documentos regulares y no fueron detenidas por sospechas de terrorismo.  

En la región de Cracovia fueron desplegados 12 mil agentes de la policía (además de otros 7 mil ordinarios) y 40 mil hombres y mujeres de todas las fuerzas del orden. Presencia masiva, a veces incluso con un excesivo celo. Un agente detuvo hoy el coche en el que viajaban el rabino jefe de Polonia, Michael Schudrich, y el amigo argentino de Jorge Mario Bergoglio, el rabino Abraham Skorka, que se estaban dirigiendo hacia el edificio de la AGH University of Science and Tecnology, en donde se encuentra la sala de prensa para las ruedas de prensa sobre la visitaque Papa Francisco hará mañana al campo de concentración de Auschwitz Birkenau. «Hay 40 mil miembros de las fuerzas del orden, hacen su trabajo, pero a veces exageran…», comentaron los organizadores. 

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