El Papa Francisco ha recibido en audiencia este lunes a Mons. Guido Pozzo, secretario de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” responsable del diálogo con la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), según informa la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Esta audiencia se produce entre rumores de un inminente acuerdo entre Roma y la FSSPX. El portal Non Possumus llega incluso a mostrar fotografías de la que podría ser la futura sede de la Prelatura Personal San Pío X en Roma.

Según este portal, la iglesia de Santa Maria Immacolata all’Esquilino y el edificio adyacente están destinados a ser la sede de la nueva prelatura en Roma, en el caso de que se alcance finalmente un acuerdo.

El pasado mes de abril, este portal adelantaba la posibilidad de que la Fraternidad de San Pío X, fundada por Monseñor Lefebvre, alcanzara la plena comunión con la Iglesia Católica constituyéndose en prelatura personal, al estilo de la del Opus Dei. Es la oferta que hizo el Papa, siempre y cuando los miembros de la FSSPX acepten ciertos documentos conciliares.

Al cabo de un mes, en una entrevista en La Croix, el propio Francisco confirmaba esta opción, asegurando que la posibilidad de la prelatura existe y que hay otros temas que pulir. El arzobispo Guido Pozzo, responsable de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, confirmó el pasado mes de agosto que esta oferta del Papa había sido aceptada por Monseñor Fellay.

En declaraciones a Vatican Insider el pasado mes de enero, el secretario de la Comisión «Ecclesia Dei» subrayó que está cerca la plena comunión con la Fraternidad San Pío X y que en estos momentos “se está trabajando para perfeccionar algunos aspectos de la figura canónica, que será la Prelatura personal”.

Por su parte, Bernard Fellay, superior general de la Fraternidad San Pío X, aseguró que se está avanzando en el acuerdo con Roma en una entrevista en el programa «Terres de Mission», de Tv Liberté.

Según informa el portal Rorate Caeli, en esta entrevista Fellay señala que el acuerdo es posible incluso “sin esperar a que todos los problemas estén arreglados en la Iglesia” siempre que la Fraternidad pueda “conservar todos los principios” que ha mantenido hasta ahora.

“Falta el sello y luego también la afirmación clara y neta de que se respetarán estas garantías”, es la respuesta de Fellay a la pregunta sobre qué requisitos faltan para el acuerdo, tal y como recoge Rorate Caeli.

Este portal también señala que para la firma del acuerdo se mencionan dos fechas simbólicas en Roma: el 7 julio de 2017, en el décimo aniversario del motu proprio de Benedicto XVI que restableció la Misa según el Misal de 1962 o el 13 de mayo de 2017, en el centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima.

En una entrevista que publica Vida Nueva, Fellay reconoce que “ya no queda ningún obstáculo insalvable para un reconocimiento canónico de la Fraternidad”, pero también subraya que existen “líneas rojas” en las que no cederán. “La conditio sine qua non es que Roma nos acepte tal y como somos”, afirma Fellay.

El principal escollo, según indica el superior general de la FSSPX en la entrevista a Vida Nueva, “es el grado de la obligación de adhesión al Concilio Vaticano II” y, en concreto, el modo en que el ecumenismo es practicado, la cuestión litúrgica o la relación entre la Iglesia y el Estado.