El Papa llamó en Cuba a superar "las resistencias al cambio"

El Papa llamó en Cuba a superar

Francisco envió un nuevo mensaje velado al régimen en su segunda misa multitudinaria, que celebró en Holguín; destacó también los "sacrificios" de la Iglesia cubana; hoy lo recibe Obama en EE.UU.

SANTIAGO DE CUBA.- En su última jornada completa en Cuba, el Papa no sólo destacó ayer los "sacrificios" de la Iglesia Católica en la isla, sino que también llamó a "superar las resistencias al cambio". Fue un nuevo mensaje al régimen en forma velada y en clave estrictamente pastoral, consciente de que se encuentra ante un tablero de ajedrez si bien mejorado, aún complicado.

Su segunda misa multitudinaria en Cuba tuvo lugar en la Plaza de la Revolución de Holguín, la tercera ciudad del país, cuna de los hermanos Castro, adonde llegó por la mañana tras un vuelo de una hora y veinte desde La Habana. Hoy partirá al mediodía hacia Estados Unidos, en un día en el que virtualmente unirá dos países que son como dos polos contrapuestos, enemigos durante más de medio siglo.

En la celebración, marcada por un calor húmedo infernal, mucho peor que el del día anterior porque estaba soleado, y la presencia, por segundo día consecutivo, del presidente Raúl Castro, el Papa insistió en el concepto del amor misericordioso de Jesús, que abre nuevos caminos y tiene una fuerza transformadora.

"Su amor cura nuestras miopías y nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto", dijo, en un discurso en el que pidió también un mayor respeto entre las personas.

Ante unas 150.000 personas que lo recibieron triunfalmente y soportaron el calor con abanicos con su imagen y la leyenda "misionero de la misericordia", el Papa centró su homilía en la fiesta litúrgica de San Mateo, el recaudador de impuestos pecador y despreciado por todos, que Jesús miró con misericordia y eligió, transformándole la vida.

Una celebración que para Jorge Bergoglio tiene un significado personal más que especial: fue justamente un 21 de septiembre de 1953, fiesta de San Mateo, a los 17 años, cuando sintió el llamado al sacerdocio. Aquel día no participó del picnic por el día del estudiante que tenía programado con sus amigos, y algo lo atrajo a un confesionario de la basílica de San José de Flores, donde durante la confesión sintió un llamado: Jesús lo había mirado, como a Mateo, con misericordia y lo había elegido. No por nada su lema episcopal y ahora pontificio es justamente miserando atque eligendo, que se traduce como "lo miró con misericordia y lo eligió".

Pero en el sermón no contó su historia, sino la de Mateo. "Celebramos la fiesta del apóstol y evangelista San Mateo. Celebramos la historia de una conversión. Él mismo nos cuenta cómo fue el encuentro que marcó su vida, él nos introduce en un «juego de miradas» que es capaz de transformar la historia", dijo.

"Esta mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida", evocó.

"Para Mateo, y para todo el que sintió la mirada de Jesús, sus conciudadanos no son aquellos a los que «se vive», se usa y se abusa. La mirada de Jesús genera una actividad misionera, de servicio, de entrega. Su amor cura nuestras miopías y nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto. Jesús va adelante, nos precede, abre el camino y nos invita a seguirlo. Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos", afirmó.

Como ocurrió anteayer, cuando dijo que "nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino a personas", en la misa que celebró en la Plaza de la Revolución de La Habana, una vez más, las palabras del Papa parecieron aludir a la realidad social y política cubana. Los discursos papales "siempre tienen muchas dimensiones", comentó al respecto el padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano.

"Dejémonos mirar por el Señor en la oración, en la eucaristía, en la confesión, en nuestros hermanos, especialmente en los que se sienten dejados. Compartamos su ternura y su misericordia con los enfermos, los presos, los ancianos o las familias en dificultad", exhortó.

Sacrificio

En una celebración marcada por música con ritmos caribeños festivos, Francisco también destacó el esfuerzo y el "sacrificio" de la Iglesia Católica en Cuba, "que trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo".

Mencionó especialmente a las aquí llamadas "casas de misión", que, "ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad".

Como anteayer, durante la misa hubo algunos argentinos identificables por sus banderas y camisetas de la selección. "Es la primera vez que lo veo, no lo puedo creer, estoy muy emocionado", contó a LA NACION Beto Sánchez, carpintero de Mar del Plata que viajó especialmente para hacer un pedido por la salud de su familia.

Antes de volver a subirse a un avión para aterrizar en Santiago de Cuba, tercera y última escala cubana, el ex arzobispo de Buenos Aires almorzó con el obispo de Holguín. Más tarde, bendijo la ciudad, que no había sido visitada por ningún pontífice, desde la colina del Cerro de la Cruz, donde fue deleitado por un coro de chicos.

Un vuelo de tan sólo 15 minutos lo trajo más tarde hasta Santiago de Cuba, la segunda entre las más pobladas de la isla y considerada la única "Ciudad Héroe" cubana: aquí comenzó la lucha de la revolución que llevó al poder a Fidel Castro en 1959. El 26 de julio de 1953, Fidel Castro, secundado por su hermano Raúl, encabezó el asalto al Cuartel Moncada de esta ciudad, en la primera acción armada de la revolución.

A 25 kilómetros de allí, tuvo un encuentro con obispos y, como estaba previsto, le rindió homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, en el santuario homónimo, donde hoy celebrará su última misa en esta tierra.

Más tarde, luego de visitar la catedral de Santiago, donde tendrá el encuentro con familias y bendecirá la ciudad, partirá hacia Washington. La etapa más esperada de esta visita histórica de Francisco, marcada por el deshielo entre Cuba y Estados Unidos, posible gracias a su crucial mediación.

Despedida en la isla y arribo a Washington

Hoy

Santiago de Cuba

8.00

Celebración de la santa misa en la basílica menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre en Santiago. Homilía

11.00

Encuentro con familias en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción en Santiago y bendición de la ciudad

12.15

Raúl Castro presidirá la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Santiago

12.30

Salida para EE.UU.

EE.UU.

16.00

Llegada a la base Andrews de la fuerza aérea. Barack Obama y su familia le darán la bienvenida oficial.Cuba

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