por Luis Badilla

Cuando el 8 de julio el Papa Francisco llegue a Bolivia será recibido y saludado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra por el arzobispo emérito, el cardenal Julio Terrazas, de 79 años, “patriarca” muy amado de la Iglesia boliviana. Hace ya varios años que el purpurado se encuentra muy enfermo y en los últimos meses fue internado en reiteradas oportunidades por emergencias de tipo cardiocirculatorio, gastrointestinales y pulmonares. En estos días lo atienden en la Clínica INCOR, pero el 8 de julio recibirá al Santo Padre en su residencia, que será también el lugar de alojamiento de Francisco. Noticias de último momento, pero que no han sido confirmadas, hablan de la posibilidad de que el cardenal se encuentre presente en el aeropuerto si su salud se lo permite. Probablemente después vuelva a la Clínica para seguir siendo asistido.

Es un gesto que la prensa ha definido “de extraordinario afecto y comunión con el Pontífice y también con el pueblo boliviano”. Sobre todo porque el 29 de abril de 2009 esta residencia fue objeto de un gravísimo atentado y los autores y mandantes, aún desconocidos, usaron dinamita, provocando considerables daños. El cardenal Terrazas, arzobispo de Santa Cruz y Presidente de la Conferencia Episcopal en aquel momento, no se encontraba presente. Durante muchos años el purpurado fue objeto de feroces e injustas críticas de parte del Gobierno de Evo Morales, quien personalmente lo atacó en reiteradas oportunidades lo mismo que el Partido en el poder. La crítica más insistente lo acusaba de ser el líder de la oposición contra el Presidente y por lo tanto de estar al servicio de intereses anti bolivianos. Por otra parte es una acusación que durante muchos años se le hizo a todos los obispos, sobre todo a aquellos que cuestionaban propósitos, leyes y medidas del gobierno, especialmente durante el debate sobre la nueva Constitución.

El pueblo boliviano considera al cardenal Terrazas un símbolo de los sufrimientos y penurias que ha vivido la Iglesia hasta el anuncio de la visita del Papa, cuando se produjo un cambio radical. La preparación de esta visita les permitió a la Iglesia y al Gobierno trabajar juntos, colaborar y problemente superar desconfianzas y muros. Por eso hoy mucha gente se pregunta qué ocurrirá después del 10 de julio, cuando el Papa se despida de Bolivia. Hay muchos temores pero también mucha esperanza. Vatican.va recuerda que el cardenal Julio Terrazas Sandoval, Arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra, nació en Vallegrande, diócesis de Santa Cruz de la Sierra, el 7 de marzo de 1936. Realizó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal e ingresó al Seminario de los Redentoristas en San Bernardo (Chile) en 1952. Comenzó el noviciado en Salta (Argentina) en 1956 y allí hizo su profesión religiosa al año siguiente. Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en el Instituto de los Redentoristas en Córdoba (Argentina) y fue ordenado sacerdote el 29 de julio de 1962. Posteriormente completó los estudios superiores y obtuvo el título en Pastoral social en la Universidad de EMACAS (Francia). Ejerció el cargo de Superior de la comunidad redentorista de Vallegrande y fue también Vicario Foráneo hasta 1978. Fue nombrado Obispo titular de Apisa mayor y auxiliar de Arquidiócesis de La Paz el 15 de abril de 1978 y recibió la ordenación episcopal el 8 de junio de ese mismo año. Durante muchos años desmpeñó el cargo de Presidente de la Comisión Episcopal para los Laicos del CELAM. Fue promovido a la sede episcopal de Oruro el 9 de enero de 1982 y tomó posesión de la diócesis el 25 de marzo del mismo año. Participó en importantes Sínodos: en 1980, Sínodo sobre la Familia; en 1985, Sínodo extraordinario por la conmemoración de los 20 años de apertura del Concilio Vaticano II; en 1987, Sínodo sobre los laicos. Fue Presidente de la Delegación de Obispos bolivianos en el Sínodo Especial para América en 1997. En 1981 participó en el Congreso Mundial para las Vocaciones; en 1992 en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en Santo Domingo. Como Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana participó también en las Asambleas Ordinarias del CELAM. En 1985 fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana. En 1988 fue reelegido. Posteriormente fue en distintas etapas Vice Presidente y  Presidente dela misma Conferencia Episcopal, de la cual volvió a ser Presidente de 2006 a 2012. El 6 de febrero de 1991 fue nombrado Arzobispo de Santa Cruz de la Sierra. Decidió celebrar el Sínodo diocesano y trabajó intensamente en favor de las vocaciones y en la construcción del nuevo Seminario Mayor en Santa Cruz de la Sierra. Arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra el 25 de mayo de 2013. Fue creado y publicado Cardenal por san Juan Pablo II en el Concistorio del 21 de febrero de 2001, con el Título de San Juan Bautista de Rossi.