¿Celebran los musulmanes la Navidad?

¿Celebran los musulmanes la Navidad?

La Navidad, tal como se celebra en el mundo cristiano, está vinculada a creencias y prácticas propias de esa fe, como la divinidad de Jesús y su nacimiento como hijo de Dios. Desde la perspectiva islámica, aunque Jesús es altamente respetado como profeta, no se le considera hijo de Dios ni objeto de adoración. Por esta razón, los musulmanes no participan en celebraciones que puedan contradecir su creencia en la unicidad de Allah (tawhid) y en el papel profético de Isa (Jesús).

 

Celebrar la Navidad implicaría, para muchos estudiosos islámicos, adoptar costumbres y símbolos religiosos ajenos al islam, lo cual puede interpretarse como una forma de imitación de otras prácticas religiosas (tashabbuh). Esta imitación está desaconsejada cuando involucra ritos o significados contrarios a los principios fundamentales del islam. Por tanto, aunque los musulmanes reconocen a Jesús como un gran mensajero, no participan en festividades que lo posicionen como figura divina.

Además, el Corán advierte a los creyentes sobre mezclar las verdades reveladas con las falsedades, preservando así la pureza doctrinal. Participar en festividades de otra fe puede considerarse una forma de diluir la identidad religiosa y de enviar un mensaje confuso sobre las creencias islámicas. Es por ello que muchos eruditos recomiendan abstenerse de estas celebraciones, no por rechazo a los demás, sino por coherencia interna de la fe.

Esto no significa que los musulmanes rechacen el amor, la bondad o la paz que otras religiones promueven. Al contrario, el islam alienta el buen trato, el respeto y la convivencia pacífica con personas de otras creencias. Sin embargo, ese respeto no implica adoptar sus prácticas religiosas, sino honrar las diferencias con claridad y cordialidad.

En muchos contextos, especialmente en países de mayoría no musulmana, algunos musulmanes pueden sentir presión social o deseos de integrarse participando en la Navidad. Es importante comprender que la decisión de abstenerse no nace de desprecio hacia la cultura local, sino de una necesidad de mantenerse fiel a las propias convicciones sin comprometer la fe.

Cada musulmán gestiona esta situación según su contexto y su nivel de conocimiento. Algunos pueden elegir participar de actividades culturales no religiosas asociadas a la Navidad, mientras otros prefieren mantenerse al margen. Lo esencial es mantener la conciencia sobre las diferencias doctrinales y tomar decisiones basadas en el conocimiento y la intención sincera.

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