En la Santa Casa Mama Antula se realizó un panel de reflexión sobre "El legado de Francisco: comunidad y cultura del encuentro". El encuentro buscó renovar el compromiso con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes más vulnerables.
En el marco de la iniciativa #NoMásChicosDescartables, se realizó el 5 de septiembre en la Santa Casa Mama Antula un panel de reflexión titulado “El legado de Francisco: comunidad y cultura del encuentro”. El evento reunió voces del ámbito pastoral, académico y comunitario para renovar el compromiso con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes más vulnerables.
Organizado por la Vicaría Episcopal para el Servicio de la Caridad y el Desarrollo Humano - Área Niñez, junto al Equipo de Sacerdotes de Villas y Barrios Populares de la Ciudad de Buenos Aires, la Unión de Clubes Parroquiales, Cáritas Argentina y Cáritas Buenos Aires, con el apoyo de BICE Internacional.
El encuentro buscó mantener viva la enseñanza del papa Francisco y fortalecer redes de contención en los barrios populares. El presbítero Adrián Bennardis, responsable del Área Niñez de la Vicaría, dio la bienvenida a los participantes y destacó el valor simbólico de realizar la jornada en la histórica casa fundada por Mama Antula.
La moderación estuvo a cargo de Lucía Pardo, del Equipo Nacional de Infancias y Adolescencias de la Familia Grande Hogar de Cristo, quien evocó dos imágenes centrales del pontificado de Francisco: la del sembrador y la de las redes de pescadores. “Nos vamos enlazando y abrigando a nuestros pibes”, afirmó, subrayando el carácter comunitario del legado de Bergoglio.
El padre Lorenzo “Toto” de Vedia, párroco de Nuestra Señora de Caacupé en la Villa 21-24, contrastó los prejuicios externos con la riqueza humana de los barrios populares. Habló de un “humanismo comunitario” que se expresa en la solidaridad, la religiosidad y la capacidad de celebrar. Frente a las “tres C tenebrosas” (calle, cárcel, cementerio), propuso la alternativa eclesial: capilla, colegio y club.
Desde el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la licenciada Nazarena Bauso presentó datos alarmantes: “seis de cada diez chicos son pobres y el 19% son indigentes”. Estas cifras, dijo, interpelan a toda la sociedad y exigen respuestas concretas desde la política, la Iglesia y la comunidad.
Brenda Acosta, referente del Hogar de Cristo, compartió su experiencia comunitaria: “Todavía hay una parte de la sociedad que no sabe qué es una comunidad. Para nosotras, el hijo de una es el hijo de todas”. Reivindicó la maternidad colectiva y la fe popular como pilares de contención.
Sofía Zadara, directora ejecutiva de Cáritas Argentina, resaltó el trabajo territorial y el enfoque esperanzador: “Todos estamos en la misma mesa”, dijo, llamando a sumar esfuerzos desde lo doloroso, pero también desde lo bello que emerge en las comunidades.
El obispo emérito de San Isidro, Oscar Ojea, cerró el encuentro con una oración inspirada en el Evangelio del Buen Samaritano, pidiendo la gracia de mirar los ojos de los chicos pobres “para recuperar la esperanza”. El camino de #NoMásChicosDescartables continuará el 20 de septiembre con un encuentro joven, deportivo y cultural en la parroquia Cristo Obrero y San Blas en Villa Soldati.
Comentá la nota