Mons. Rossi: 'Dejémonos mirar por el Señor, el Buen Pastor'

Mons. Rossi: 'Dejémonos mirar por el Señor, el Buen Pastor'

"Cuando acogemos esta mirada, nuestra vida cambia. Todo se vuelve un diálogo vocacional entre nosotros y el Señor", aseguró el arzobispo de Córdoba en la Jornada de Oración por las Vocaciones.

El arzobispo de Córdoba, monseñor Ángel Sixto Rossi SJ, presidió el domingo la misa por la 60ª Jornada de Oración por las Vocaciones que celebró en el Convento de las Catalinas. Llevó por lema “Dame de beber” y organizó la Pastoral Vocacional arquidiocesana.

“La imagen del Buen Pastor, si ha sufrido un virus, -y venimos de uno fulero-, también sufrió uno de ellos, fue el clericalismo: suponer que mi imagen del buen pastor es exclusiva de los obispos y de los curas. No es así; es un modelo de vida de todo cristiano. Todos somos pastores, todos somos ovejas. El papa Francisco dice que no hay escuela de pastores. La escuela de pastores es ser buena oveja”, subrayó en la homilía.

Dirigiéndose a los jóvenes presentes, el arzobispo cordobés sugirió: “El desafío, quizás sea, ese dejémonos mirar por el Señor, el Buen Pastor. Entremos en la escuela de su mirada; fíjense la mirada del buen samaritano, miró al hombre tirado al borde del camino”, y citó varios hechos protagonizados por Jesús y su mirada llena de amor.

“Cuando acogemos esta mirada, nuestra vida cambia. Todo se vuelve un diálogo vocacional entre nosotros y el Señor, pero también entre nosotros y los demás según sea la vocación, el camino del servicio y de felicidad que el Señor nos invita a recorrer y que uno elige”, puntualizó.

“En la vocación del matrimonio, ser don recíproco y procreador y educadores de la vida; en la vocación al sacerdocio ordenado, ser instrumento de la gracia y la misericordia del Señor; en la vocación de la vida consagrada; en ser alabanza de Dios, de profecía de una humanidad nueva. O sea, en general, toda vocación y ministerio de la Iglesia nos llama a mirar a los demás y al mundo con los ojos de Dios, para servir al bien y difundir el amor con las obras, con la palabra”, agregó.

Monseñor Rossi también planteó: “Te necesito para que no entierres cobardemente tu talento y los negocies; allí donde muchos otros no se animan o por comodidad o por flojera. Si te dejas mirar, podré decirte: ‘vamos para adentro, dejate de orillar la vida, los compromisos, los corazones de la gente; rompe las amarras, empuja la barca y que la conduzca el Señor. Entregarle el timón de tu vida al Señor”.

Tras dar el ejemplo vocacional de la Virgen María, señaló que “si bien están los religiosos, los curas; cada uno tiene su propio carisma: algunos predicadores, otros profesores, otros cuidando a los enfermos, otras rezando en el silencio, otras atendiendo a los más solitos. Cada uno dejándose mirar por el Buen Pastor”.

“Que podamos animarnos a dejarnos, y nos dejemos decir personalmente: ‘levántate porque te necesito; tengo sed, dame de beber”, concluyó.

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