En la continuidad de la Misión Juvenil Arquidiocesana, el arzobispo platense animó a los misioneros a "crecer en dependencia con el padre Dios, para ser verdaderamente un gran evangelizador".
En la continuación de la Misión Juvenil Arquidiocesana (MJA), el arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, presidió el miércoles 31 de enero, fiesta de San Juan Bosco, la misa en el marco del Día del Misionero. La Eucaristía, celebrada en la parroquia San Luis Gonzaga, de Villa Elisa, fue concelebrada por el párroco, Marcelo Cerniato, y por el asesor de la Pastoral Juvenil, presbítero Emiliano Cháves; también participaron algunos diáconos.
El prelado destacó la figura de Don Bosco, “un santo tan querido para la vida de la Iglesia, particularmente para nuestra patria y, también, para nuestra arquidiócesis”, manifestó.
En la homilía, monseñor Mestre hizo referencia al tema de la primera lectura de la carta a los filipenses, en cuanto a la actitud de “poder alegrarse en el Señor, actitud básica del camino de santidad que Don Bosco siempre inculcó, dejando con claridad esas palabras tan bellas: ‘Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres'”.
Por otra parte, invitó a “tener un corazón de niños, a la luz de lo que se presenta en el Evangelio de la fiesta de Don Bosco, sabiendo que es importante crecer en dependencia con el padre Dios, para ser verdaderamente un gran evangelizador”.+
La misión, de la que participan unos 270 jóvenes de diferentes parroquias y movimientos de la arquidiócesis, continuará hasta el domingo 4. Los misioneros visitan y llevan adelante su tarea evangelizadora en cuatro centros diferentes de la zona de Villa Elisa.
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