Mons. Colombo: "La indiferencia ante los pobres nos aleja del plan de Dios"

Mons. Colombo:

El arzobispo de Mendoza alertó sobre la riqueza desmedida, el lujo que ciega el corazón y la urgencia de volver a la Palabra para construir una sociedad más justa y fraterna. Homilía dominical de monseñor Colombo.

En la misa celebrada en el Seminario "Nuestra Señora del Rosario", en Bermejo, Guaymallén, monseñor Marcelo Colombo profundizó en las lecturas dominicales, que confrontan con fuerza el egoísmo social y la indiferencia hacia los más necesitados.

El arzobispo de Mendoza recordó que el profeta Amós denuncia el lujo ostentoso y la corrupción de los poderosos de Israel, quienes, vestidos de lino y púrpura, se desentienden del sufrimiento de los pobres y, por ello, "padecerán el escarnio" como consecuencia de su injusticia.

Monseñor Colombo destacó que el Evangelio de san Lucas retoma el mismo mensaje a través de la parábola del rico y Lázaro: "Jesús describe la vida de un hombre que se daba a los banquetes sin mirar al pobre que yacía a su puerta".

En el relato, la suerte se invierte después de la muerte, mostrando que la justicia de Dios trasciende la existencia terrena. "No es por miedo al castigo eterno que debemos obrar, sino por atención a la palabra de Dios, clara y contundente", afirmó, invitando a revisar el propio estilo de vida y a vivir según el plan divino.

 

 

Biblia y migrantes

En el marco del Día Bíblico Nacional, el prelado expresó su gratitud a quienes trabajan en la animación bíblica, especialmente a los equipos de formación en Mendoza, San Martín y Tunuyán, que ayudan a que "la Biblia sea conocida y amada para servir a los hermanos".

Asimismo, recordó la Jornada Mundial del Migrante, que reúne a las comunidades extranjeras de la arquidiócesis en el Santuario del Challao, y animó a recibirlas con espíritu de fraternidad: "Son poseedores de un anhelo de paz y de trabajo; han llegado a nuestra tierra para ser como nosotros, sus habitantes".

Finalmente, exhortó a los fieles a comprometerse en el amor y el servicio según el corazón de Cristo, "para que la palabra de Dios transforme la vida personal y social, y nuestra casa común se convierta en un lugar de verdadera justicia y solidaridad".

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