En su carta pastoral de Adviento, asegura que es un "tiempo de espera confiada y de alegría jubilar para la Iglesia en Mendoza que celebra noventa años de tantos dones de Dios para su pueblo".
Monseñor Marcelo Colombo destacó que este Adviento tiene “características especiales” para la Iglesia particular mendocina, porque lo celebrará comenzando el Año jubilar arquidiocesano, vocacional y misionero.
El arzobispo cordobés señaló que el Año jubilar comenzó este 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, con tres celebraciones regionales para “abrazar” con ellas toda la geografía arquidiocesana: parroquia Inmaculada Concepción de Palmira, para el Decanato Este; parroquia Inmaculada Concepción de La Consulta, para el Decanato del Valle de Uco; y la tradicional celebración de la Inmaculada, en Guaymallén, en el Predio de la Virgen, en el Acceso Sur, para todo los decanatos del Gran Mendoza.
“De la mano de la Virgen queremos transitar todo el Año Jubilar. Ella se hace presente entre nosotros, como Madre del Rosario y las distintas advocaciones que testimonian su cercanía materna, principalmente en nuestra historia, como Virgen del Carmen de Cuyo, en la enfermedad y otras aflicciones, como Virgen de Lourdes, en nuestras actividades centrales relacionadas con el trabajo y la producción, como Virgen de la Carrodilla, en nuestra cercanía solidaria con los pobres y afligidos de Mendoza, como Virgen de la Merced”, graficó.
“Ella está y nos sentimos cuidados y animados a ser Iglesia del júbilo y la esperanza, Iglesia que espera a su Salvador, Iglesia que celebra su presencia en nuestra historia eclesial”, agregó y completó: “En perspectiva vocacional y misionera, para celebrar la obra de Dios en esta Iglesia mendocina, con el lema ‘Todos llamados, todos enviados, todos celebrando’”.
El arzobispo mendocino detalló luego las tres etapas que tendrá el camino jubilar: “La primera, con la consigna ‘Todos llamados’, tomada del lema, se extenderá hasta la celebración del 90° aniversario, en el preciso día de creación de nuestra Iglesia particular, el 20 de abril; la segunda etapa, ‘Todos enviados’, abarcará la dinámica misionera en parroquias y decanatos hasta la fiesta diocesana de 2024; y una tercera etapa final, ‘Todos celebrando’, llegará hasta la conclusión del año jubilar, el 8 de diciembre de 2024”.
“Con esta larga carta pastoral de Adviento, quiero desearles una feliz preparación para la Navidad, en esta dinámica jubilar y comunitaria que nos llena de confianza en estos tiempos duros; pero siempre desafiantes para los cristianos que somos hombres y mujeres de esperanza, la ponemos sólo en Dios mientras nos estrechamos como Iglesia de la comunión, la participación y la misión”, expresó.
“¡Feliz Adviento! Tiempo de espera confiada y de alegría jubilar para la Iglesia en Mendoza que celebra noventa años de tantos dones de Dios para su pueblo. Nuestra Madre del Rosario, en su dulce espera, nos cuide y acompañe”, concluyó.
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