Mensaje del XVIII Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil

Mensaje del XVIII Encuentro Latinoamericano de Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil

Desde Curazao: "Tras los pasos de Jesús, sigamos haciendo lío". 

Reunidos en Curazao, recordamos nuestros pasos, tras las huellas del maestro en estos 40 años de la Pastoral Juvenil Latinoamericana, Revitalizamos nuestra vida a la luz del amor. En estos días de encuentro, nos hemos dejado fascinar, al recordar que los senderos hacia el Horizonte ya tienen historia. Que Dios es el Horizonte del joven, que su Hijo es el Camino y que el Espíritu Santo es la Fuerza que nos anima al caminar.

Reconocimos y denunciamos las situaciones y problemáticas que le duelen a los jóvenes de nuestro continente como la violencia, la exclusión y la migración.   Los aciertos y desaciertos de nuestra acción pastoral, y a partir de esto, discernimos las acciones que nos impulsarán, para seguir construyendo la Civilización del Amor.

Revitalizamos y valoramos la realidad cambiante y dinámica de la Pastoral Juvenil Latinoamericana. Reconocimos quienes somos. Somos el rostro joven de Cristo, su alma y corazón. Somos la juventud de San Juan Pablo II, de Benedicto XVI, de Francisco, y su pastoral de la periferia. Somos la juventud de Monseñor Romero, Monseñor Gerardi, Monseñor Leonidas Proaño, de San Alberto Hurtado, Cardenal Eduardo Pironio, santa Teresa de los Andes, el Beato Carlos Manuel Rodríguez, y de tantos santos, beatos y mártires más. Somos hermanos de todo el continente, e incluso más allá de nuestros mares, presentes como emigrantes en otros países. Somos 22 naciones, y muchas realidades, que laten en un solo corazón, a la luz de Cristo.

En el deseo de continuar construyendo la cultura de paz, el Papa Francisco nos desafió diciéndonos que hagamos lío (lío del bueno) y nosotros queremos responderle  saliendo a las calles a gritar nuestra fe, a proclamar la pedagogía de la misericordia, la esperanza y la alegría.  Vamos a "primerear" en el amor,  así como  nos lo enseñó Jesús.

Joven, ¡ama primero! Y déjate amar. Queremos ser transformadores de la realidad a la luz de la Buena Nueva que es Cristo, presente en nuestra vida, para convertir con nuestro testimonio los corazones y mentes del mundo entero. Caminemos juntos, jóvenes latinoamericanos y caribeños, hacia la Civilización del Amor con una esperanza fiel y una valentía alegre.

Agradecemos a la linda gente de Curazao que nos ha acogido en estos días de Encuentro, y también agradecemos a todas aquellas personas que han forjado el caminar de la Pastoral Juvenil de nuestro continente.  Encomendamos a María, madre de Jesús y madre nuestra, porque es Ella, la que sabe transformar, una cueva de animales en la casa de Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. (E.G. 286)

Dado en la ciudad de Willemstad, Curazao a los veinte días del mes de marzo del dos mil quince, Año de la Vida Consagrada.

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