A través de un comunicado, la Fraternidad San Pío X acusó al Papa de propagar confusión y errores sobre la fe. Ya habían manifestado anteriormente que no buscaban un reconocimiento legal, sino la restauración de la tradición católica en la Iglesia.
Cuando parecía que el acuerdo estaba próximo, los lefebvristas vuelven a dinamitar los puentes de diálogo con Roma. En pleno "día del Papa", la festividad de Pedro y Pablo, el superior de la cismática Fraternidad "San Pío X", Bernard Fellay, ha emitido un duro comunicado en el que acusa al Papa Francisco de promover una "gran y dolorosa confusión" en el seno de la Iglesia.
"En la gran y dolorosa confusión que reina actualmente en la Iglesia, la proclamación de la doctrina católica exige denunciar los errores que han penetrado en su seno, promovidos, lamentablemente, por un gran número de pastores, incluso por el mismo Papa", incide Fellay, quien responde "no" a la propuesta de la prematura personal o de un ordinariato planteada por la Santa Sede, apuntando que la congregación "no busca un reconocimiento canónico".
"El único camino que debe seguirse en esta época de tinieblas, en la que el culto del hombre reemplaza el culto de Dios, tanto en la sociedad como en la Iglesia", subraya Fellay, quien afirma que "reza y hace penitencia para que el Papa tenga la fuerza de proclamar íntegramente la fe y la moral".
Ya el comunicado del miércoles de la Hermandad Sacerdotal San Pío X insinuaba que un nuevo intento de reconciliación con Roma se había detenido o que la sociedad se encontraba dividida en cuanto a los próximos pasos a dar.
El fallecido arzobispo Marcel Lefebvre fundó el grupo en 1969 cuando se opuso a las reformas modernistas del Concilio Vaticano Segundo, la celebración de la misa en lengua vernácula y a la participación con judíos y otros cristianos.
En 2014, el Vaticano retomó las conversaciones de reconciliación luego de fracasar las discusiones doctrinales iniciadas por el emérito papa Benedicto XVI. La hermandad dijo el miércoles que su objetivo principal no era el reconocimiento legal, sino la restauración de la tradición católica en la Iglesia.
Fuente: RD / Agencias
Comentá la nota