El arzobispo de Buenos Aires habló sobre el impacto de su muerte en plena Pascua y recordó su legado como guía de los más débiles
Jorge García Cuerva sostuvo que con la muerte del papa Francisco se fue “un líder mundial y el padre de todos”. En una entrevista con Carlos Pagni en Odisea Argentina, por LN+, el arzobispo de Buenos Aires habló del profundo impacto que generó el fallecimiento del papa Francisco. Definió el momento como una jornada de “orfandad muy grande” y consideró que el pontífice fue un referente atento a los más pobres, enfermos y marginados.
“La Pascua es la celebración más importante para los cristianos, donde creemos que la muerte no tiene la última palabra. Por eso, aunque hay mucho dolor, también hay esperanza”, señaló García Cuerva en su primera entrevista como arzobispo de Buenos Aires. También recordó que, apenas un día antes de su muerte, Francisco impartió la bendición “urbi et orbi” desde el Vaticano y se mostró ante una multitud. “Fue una última caricia de la humanidad al Santo Padre”, afirmó.
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El religioso repasó el estilo pastoral de Francisco y su predilección por llegar a las “periferias existenciales”. “Decía que los cristianos no pueden tener cara de vinagre y que la Iglesia no se puede transformar en un museo de recuerdos”, recordó. Según explicó, el mensaje de la alegría del Evangelio que impulsó el papa tenía que ver con lo que, según sostiene, el mundo necesita: un llamado a salir a predicar con entusiasmo y cercanía.
“El padre de todos, el padre de los pobres, de la misericordia y de la alegría. Nos deja un legado enorme que será el que tendremos que tratar de completar”, definió el arzobispo. En ese sentido, lamentó que no se haya hecho una lectura profunda de su magisterio y consideró que ese es el gran desafío que queda por delante: “No hubo conocimiento directo, más allá de sus pseudo intérpretes. Hoy nos queda conocer su magisterio y, por sobre todo, completarlo”.
El papa Francisco sonriendo en su papamóvil, en Santiago de Chile.EITAN ABRAMOVICH - AFP
También se refirió a las reformas impulsadas por el papa Francisco durante su pontificado, marcadas por una comunicación directa y sencilla. “Con frases cortas decía cosas muy profundas”, remarcó. Según García Cuerva, el Papa puso en agenda temas que estaban postergados tanto en la Iglesia como en la sociedad: “El cuidado del planeta, la exclusión, la marginación, la pobreza. Puso esos temas en el medio de la mesa para que generen debate y nos obligó a mirar”.
“A Bergoglio no lo dejamos ser Francisco” dijo, respecto del vínculo del santo padre con su país y la utilización de su figura en disputas políticas locales. “Jugaba en ligas mayores, en diálogo con el mundo, mientras nosotros discutíamos si le sonreía o no al presidente en una foto. Jugaba en ligas mayores y nosotros no llegábamos a la primera D. Nos quedamos en la chiquita”, dijo. Aseguró que el Papa se enfocó en promover la paz, comprometiéndose con causas globales como la guerra en Ucrania, el narcotráfico o el negocio de las armas.
El papa Francisco sosteniendo una bandera de Argentina.STEFANO RELLANDINI - POOL
También recordó la concepción que el papa Francisco tenía de la política, entendida como una herramienta al servicio del bien común. “Recordaba una frase: la mejor política es la expresión más alta de la caridad”, dijo. Según García Cuerva, Francisco fue un hombre de poder y de política, pero siempre desde su rol en la Iglesia: “Usaba la política para concretar el mensaje del Evangelio, para mejorar la vida de la gente”.
Respecto de la decisión de no visitar su país natal durante el pontificado, explicó que Francisco había contemplado un viaje a Argentina y Chile en 2017, pero que un cambio en el calendario electoral chileno obligó a suspender ese plan. “Después él tenía una agenda muy apretada con otros países y se fue perdiendo la oportunidad, el momento oportuno, pero siempre hubo en él voluntad de venir”, dijo. También señaló que, por la intensidad del clima político local, una visita a la Argentina hubiera significado un gran desafío. “Iba a ser una alegría enorme para nosotros, pero quizás para él hubiera sido el viaje más exigente, incluso en lo físico, lo psicológico y lo emocional. Claramente los argentinos íbamos a generar pasiones encontradas”, afirmó.
García Cuerva también se refirió al incidente ocurrido en la basílica de Flores, donde tuvo lugar una misa en homenaje al pontífice. Según relató, participaron más de 5000 personas, entre ellas la vicepresidente de la Nación Victoria Villarruel y autoridades del Gobierno porteño. “Yo planteé que, si estamos recordando al padre de todos, qué lindo regalarle entre todos un momento de unidad, respetando la diversidad”, dijo. Sin embargo, al finalizar la ceremonia, un grupo de personas insultó a la dos de Milei cuando se retiraba del lugar. “Me pareció absolutamente innecesario. Es como que escuchamos y celebramos algo, pero después, en la calle, volvemos a lo mismo de siempre”, lamentó.
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