Francisco: temblor local por la resonancia política de sus palabras

Francisco: temblor local por la resonancia política de sus palabras

Las recientes afirmaciones del Papa sobre el aborto, que equiparó con el nazismo, y el uso de los medios de comunicación como paso previo a una dictadura encendieron las alarmas locales y fueron interpretadas rápidamente como referencias a la coyuntura argentina. Dos temas -el aborto y el manejo de los medios- que tienen un recorrido sensible, rozan al Gobierno y reflotan heridas que no terminan de cicatrizar. " Francisco no está en combate con el gobierno argentino. Quien lo vea así comete un exceso de interpretación", dijo a LA NACION una fuente que tiene un diálogo directo con el Pontífice.

 

"El aborto está de moda, es habitual. Cuando en el embarazo se ve que quizás el niño no está bien o viene con cualquier cosa: la primera oferta es ¿lo tiramos? Lo mismo que hacían los nazis, pero con guantes blancos", dijo el sábado el papa Francisco. Dos días antes había prosperado en su Argentina natal el proyecto que legaliza el aborto.

 

Y hace 48 horas, en la misa matutina celebrada en la capilla de Santa Marta, el Papa denunció los intentos por lograr el control hegemónico de los medios: "Todas las dictaduras han comenzado así, adulterando la comunicación, poniendo la información en manos de una persona sin escrúpulos".

 

En el entorno de Francisco minimizan cualquier percepción de enfrentamiento. "Detrás de esas interpretaciones se esconde -en algunos medios y en sectores del oficialismo- la pretensión de banalizar la figura de Francisco", comentó a LA NACION una fuente cercana al Papa.

Tanto en la Iglesia argentina como en el gobierno de Mauricio Macri , además, niegan que existan signos de desconfianza y desencuentros.

"Francisco siempre se pronunció en contra del aborto y todos conocemos su mirada crítica frente a los medios de comunicación", expresó a LA NACION el subsecretario de Culto, Alfredo Abriani. No es la primera vez, en efecto, que Francisco advierte que la calumnia, la difamación y la desinformación constituyen "los peores pecados de los medios de comunicación".

Un vocero cercano a la conducción del Episcopado argentino también desestimó cualquier conexión con la coyuntura local, al recordar el último mensaje del Papa con motivo de la última Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que dedicó al fenómeno global de las noticias falsas ( fake news).

"Quienes conocen al Pontífice saben que el mal uso de la información y la validación de la mentira fue siempre una de sus preocupaciones constantes", confió la fuente con llegada a la Santa Sede, que atribuye cualquier eventual cortocircuito a "un exceso del narcisismo argentino".

"La estrategia de manipular a Francisco puede esconder la negativa a hacernos cargo de nuestros propios errores", señaló la fuente cercana al Papa, al apuntar no solo al Gobierno, sino también a la sociedad y a los medios.

Lo cierto es que en su homilía del lunes, Francisco puso como ejemplo una secuencia que algunos sectores políticos identifican con el proceso de derogación de la ley de medios argentina.

"Por ejemplo pensemos: existe una ley de los medios, de comunicación, se cancela esa ley; se entrega todo el aparato comunicativo a una empresa, a una sociedad que calumnia, que dice falsedades, debilita la vida democrática. Luego vienen los jueces a juzgar a esta institución debilitada, estas personas destruidas, condenadas, y así va adelante una dictadura. Las dictaduras, todas, han comenzado así, con adulterar la comunicación, para poner a la comunicación en las manos de una persona sin escrúpulos, de un gobierno sin escrúpulos", fueron sus palabras.

Todas las voces de la Iglesia explican que las palabras del Papa no pueden leerse sin el contexto.

"Al hablar ante una red de 500 asociaciones que participaron del Foro de Familias, Francisco se refirió específicamente al aborto selectivo, por malformaciones, permitido en algunos países europeos, con un método de selección de la especie similar al implementado por el nazismo. No dijo que la mujer que practica un aborto es nazi", aclaró un vocero del Episcopado.

"Es un tema muy propio de Europa, donde se promueven prácticas para eliminar a los discapacitados", precisó la fuente episcopal.

Frente al debate sobre el aborto, en el Episcopado afirman que hay plena sintonía entre el Papa y los obispos, que promueven el estilo del diálogo para encontrar consensos.

Excesos y voceros

"Puede haber un exceso de interpretación local, pero tal vez también suena inoportuno insistir en temas que no son específicos del pontificado", estimó el intelectual José María Poirier, director de la revista Criterio y agudo observador de la realidad eclesiástica.

Conocedor de la figura de Jorge Bergoglio, sostiene que el Papa "no puede desconocer que sus gestos y sus palabras serán interpretados localmente".

Del mismo modo, frente a situaciones frecuentes en las que la figura del papa Francisco suele aparecer envuelta en relatos de voceros informales que se atribuyen ser portadores de sus mensajes, Poirier interpreta que no estaría de más que el Episcopado formule un llamado a la moderación y al silencio a quienes se jactan de ser intérpretes y traductores de las palabras del Papa.

 

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