Fiesta popular y deportes en el Bajo Flores por la llegada la Virgen de Luján

La música se apodera del barrio. La orquesta infantil más temprano. La murga pasado el mediodía. Así reciben el Club Atlético Madre del Pueblo y la Parroquia Santa María, a la Virgen de Luján y al Cristo en el Bajo Flores. Como parte de la Peregrinación federal de la Familia Grande Hogar de Cristo y Cáritas Argentina, la comunidad vivió una jornada de emoción, competencias deportivas y compromiso colectivo bajo el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga.

“En esta llegada de la Virgen nuevamente y la imagen del Cristo, por la mañana fueron recibidos por la orquesta infantil que tenemos en la parroquia y ahora llegó al Club, evento de carácter deportivo con la visita de otros clubes y de festividad popular”, señaló Gustavo Carrara, Obispo Auxiliar de Buenos Aires y sacerdote de la parroquia.

Con música de fondo y niños, niñas y jóvenes jugando en el polideportivo del club, monseñor Carrara enmarcó la jornada como parte de Peregrinación iniciada en Liniers el 7 de agosto en San Cayetano y que ya tuvo una visita misionera en barrio, recorriendo escuelas, centros de salud, comedores comunitarios, además de la parroquia y las sedes del centro barrial que Hogares de Cristo tiene en el barrio.

“Es algo muy lindo pensar en la Peregrinación como el contacto y el paso de comunidad en comunidad y que se generen acciones misioneras en el barrio. En este caso, visitando al club que tiene múltiples funciones como dispositivo de prevención de violencias”, destacó el obispo.

Al mismo tiempo, Nicolás Vargas y Luna Mendoza, coordinadores deportivo y educativa del Club Madre del Pueblo respectivamente, continuaban con los preparativos para la competencia deportiva y compartían con las familias y los chicos y chicas la jornada de festejo.

“Este es un día y un año festivo porque no sólo estamos recibiendo a la Virgen de Luján en la Peregrinación de HdC con el lema #NiUnPibeMenosPorLaDroga, si no que cumplimos 10 años desde nuestra creación como primer club en suelo villero”, cuenta Nicolás con orgullo a Caminos Religiosos.

“Estamos felices, estamos volviendo a encontrarnos chicos, chicas, jóvenes, padres, madres y profes de recibir a la virgen en una verdadera fiesta todos juntos como club”, agrega Luna y resalta la importancia de los dispositivos de prevención.

“El Hogar de Cristo es muy importante para el barrio”, destaca Nicolás “es un proceso de recuperar la vida de quienes son constantemente excluidos y descartados. La posibilidad real de intentar recuperar la dignidad y el amor por uno mismo y por la vida”.

Las palabras quedan resonando entre la música y el griterío de multitud en estado de júbilo. Los partidos de voley con los clubes invitados están por comenzar. El sol acompaña la jornada hasta el cierre del día. El Bajo Flores vivió una fiesta de fe popular.

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