El Episcopado, como testigo de acuerdos para enfrentar la crisis

La reunión de los grupos piqueteros "cayetanos" con la Pastoral Social de la Iglesia tuvo ayer un invitado especial. El presidente electo, Alberto Fernández, llegó a la sede de la calle Suipacha de la Conferencia Episcopal a instancias de los movimientos sociales, y participó del encuentro sentado al lado del obispo Jorge Lugones, jesuita y cabeza de la estratégica comisión pastoral.

 

Fernández traspuso como presidente electo la puerta del Episcopado tres meses después de la visita que había hecho como candidato, en agosto -para reunirse con la comisión ejecutiva que encabeza el obispo Oscar Ojea- y la semana siguiente a que la asamblea plenaria de los obispos sentenciara que "las mayores hipotecas del país siguen siendo la pobreza, la exclusión y la desigualdad".

Acompañado de Daniel Arroyo, quien asoma como el ejecutor de las políticas sociales del próximo gobierno, y de Gustavo Beliz, quien conserva sólidos contactos con la Iglesia, Fernández tendió la mano a las organizaciones sociales para avanzar en acuerdos que atiendan la problemática de la economía popular, un sector que las organizaciones sociales estiman en cuatro millones de personas.

A pocos metros se ubicaba, entre otros, el dirigente social Juan Grabois, una de las caras visibles de las organizaciones de la economía popular, quien pocos días después de la elección que consagró presidente a Fernández declaró que la Argentina tiene "mecha corta", lo que muchos interpretaron como un virtual intento de marcar la cancha.

Fuentes eclesiásticas indicaron, sin embargo, que el clima del encuentro de ayer fue cordial, con coincidencias y con el horizonte puesto en los consensos y en el diálogo que las distintas partes se comprometieron a buscar.

Frente a la continuidad de los planes sociales, se habló de la necesidad de que incluyan un efectivo proceso de capacitación de personal y reconversión, con el objetivo de acompañar una esperada recuperación de la industria.

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La Iglesia prestó su espacio para avanzar en las pautas generales del plan contra el hambre que lanzó Fernández durante la campaña. Y se abordó la posibilidad de darles continuidad a encuentros de este tipo, extendidos a la participación de sectores empresarios y organizaciones gremiales. Una forma de sentar las bases para el ejercicio de un acuerdo social como el que impulsa el presidente electo y de cumplir con la exhortación de los obispos, que hace una semana llamaron a un "renovado esfuerzo de diálogo sincero y búsqueda de consensos".

Por: Mariano De Vedia

 

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