El Papa Francisco regresó de Morelia luego de una agotadora jornada para descansar en la Nunciatura Apostólica de Ciudad de México. Mañana regresa a Roma y en esta última noche agradeció a los mexicanos que lo esperaron durante todo el día y deseó “que Dios les retribuya este cariño”.
Por Walter Sánchez Silva
En sus palabras a los cientos de fieles que aguardaban su llegada, el Santo Padre agradeció “esta gentileza de esperarme. ¿Cuántas horas hace que están aquí ustedes? Que Dios les pague esto, que Dios les retribuya este cariño”.
El Papa luego se dirigió a los enfermos y pidió para ellos que el Señor “los asista los fortalezca, los cure, que estén mejor. Sepan que Jesús siempre está al lado de ustedes, siempre”.
“Jesús ayuda a llevar nuestros dolores, porque Él aprendió eso cuando ese Cireneo lo ayudó a Él a llevar su cruz. Entonces, como aprendió la lección lo hace con nosotros. Confiemos siempre en eso”.
El Santo Padre pidió luego, como es su costumbre, “que recen por mí que lo necesito. Ahora vamos a rezar a la Virgen de Guadalupe, a pedirle la bendición”.
Tras rezar el Ave María con todos los presentes, el Papa los bendijo y les deseó “que pasen muy buenas noches, que descansen”.
Francisco saludó a varias personas en sillas de ruedas, regaló rosarios, besó a algunos niños y como detalle final recogió y devolvió los anteojos que se le cayeron a uno de los enfermos afuera de la Nunciatura.
Comentá la nota